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Los policías Alejandro Bustos y Emiliano Mendoza están imputados por el doble homicidio de David Campos y Emanuel Medina, fusilados el 23 de junio del año pasado en Arijón y Callao. Los agentes deberían estar cumpliendo prisión preventiva, tal como lo resolvió el magistrado de la causa. Sin embargo, Bustos está internado desde hace diez días en una clínica psiquiátrica privada. El traslado se concretó sin una autorización judicial. 

El juez Héctor Núñez Cartelle desayunó con esta novedad en la audiencia del jueves. Desconcertado por la grave irregularidad, pidió un detallado informe para saber quiénes tomaron una decisión que únicamente es de su competencia. Ordenó además que Bustos esté presente en una nueva audiencia fijada para los próximos días.

Según pudo averiguar Rosarioplus.com, al traslado lo habrían decidido en el interior de la propia fuerza policial. Una secretaría encargada de la asistencia psiquiátrica resolvió que Bustos necesitaba ser internado producto de un brote. Fue rechazado en el Agudo Ávila e internado finalmente en una clínica privada. El fiscal Adrián Spelta nunca fue notificado del procedimiento. 

"No sabemos si de verdad necesita la internación, no sabemos en qué clínica está. No lo sabemos nosotros, ni el fiscal, ni el juez de la causa. Esto no hace más que desnudar la corrupción policial y lo difícil que es conseguir justicia cuando los acusado son policías", se quejó al salir de la audiencia Germán Campos, hermano de una de las víctimas.

Está acreditado en el expediente que Bustos, agente del Comando Radioeléctrico, iba como acompañante en uno de los patrulleros que perseguía al Volkswagen Up en el que se trasladaban los jóvenes. Cuando el vehículo chocó contra un árbol, se bajó y disparó sin mediar palabra. Lo mismo hizo el oficial Mendoza, quien al mismo tiempo descendió de otro móvil policial.

Luego del fusilamiento, otros uniformados adulteraron la escena para entorpecer la investigación intentando simular un enfrentamiento. Las pericias y el cambio de testimonios de dos agentes (rompieron el pacto de silencio) le permitieron a Spelta reconstruir con exactitud lo ocurrido en aquella persecución. 

Tres nuevas liberaciones

Con el correr de las audiencias muchos de los policías imputados y encarcelados en un primer momento recuperaron la libertad. En diciembre, Núñez Cartelle había dispuesto la libertad como alternativa a la prisión preventiva fijando domicilios y cumplimiento de reglas de conductas para Daniela Abraham, Germán Mareco, Walter Ocampo, Alexis Tannuer, Ricardo Almada, Alejandro Bolanio y María de los Ángeles Ramírez.

En esa misma jornada morigeró el régimen de detención (domiciliaria) para Aldo Benítez y Claudio Canclini, Paola Lorena Cano y Javier Cardozo. La prisión efectiva había quedado ratificada para Bustos, Marcelo Escalante, Hugo Daniel Baroni, Mendoza y Fernando Varela.

En la audiencia del jueves por la mañana el magistrado resolvió que Baroni continué detenido en su domicilio y que Escalante, Varela y Cano recuperen la libertad a la espera del juicio.