A las reiteradas denuncias sobre apremios ilegales en los barrios se sumaron, en los últimos tiempos, denuncias sobre detenciones de personas en la vía pública por tener “rasgos sospechosos”. Ante este horizonte, se abrió nuevamente el debate sobre el accionar policial en la ciudad. ¿Qué es un sospechoso para la fuerza policial? ¿Cuándo se puede caer en cana? ¿Qué derechos tienen los que caminan por la calle? ¿Cómo se supone que actúe un efectivo, cuáles son los límites que no debe cruzar?

“Cualquier policía puede pedir documentación”, explicó Adrián Forni, director General de Policía de Acción Táctica, pero aclaró: “Lo que no se puede hacer es el traslado por ‘portación de cara’”. Según indicó el también jefe de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) a Rosarioplus.com, una persona puede ser abordada por la policía si “llaman la atención sus rasgos”. “A lo mejor tus rasgos pueden coincidir con los de un sospechoso que cometió un delito a pocas cuadras de donde estás”, analizó Forni al consultarlo por la demora, por parte de un efectivo policial, de un ciudadano en la vía pública.

La capucha y la gorra ¿son sinónimos de delito?

Cristian caminaba por calle Riobamba, rumbo a la parada donde tomar un colectivo para regresar a su casa. En un punto del trayecto se cruzó con tres policías que lo llamaron y lo acusaron de reírse de ellos. Le solicitaron que se sacara la capucha de forma agresiva. Cristian pidió explicación por el accionar violento y obtuvo como respuesta: "¿Qué te pensás? ¿Qué me voy a arrodillar para pedirte que te saques la capucha?". "Es mala educación hablarnos con la capucha puesta, ustedes los estudiantes se creen que tienen todos los derechos del mundo, pero yo también tengo mis derechos", amenazó un uniformado.

Por suerte para el joven estudiante universitario, otros compañeros se acercaron al lugar para saber por qué estaban deteniendo a un compañero. Los policías (dos mujeres y un hombre) les dijeron a los estudiantes que se fueran y solicitaron el documento de Cristian. Ante la negativa de los compañeros, los efectivos policiales se retiraron advirtiendo: "Nos volveremos a cruzar, o ya nos veremos". Hay muchas denuncias parecidas a la que detalla Cristian a Rosarioplus.com. Pocas llegan a ser denuncias formales: muchas veces no se sabe qué denunciar o ante quién. E incluso se teme sufrir otro maltrato al intentarlo.

En las zonas complejas, los sospechosos están marcados

“La policía está increpando a los pibes todo el tiempo”, se quejó Alejandra, militante del barrio Ludueña. “Utilizan de excusa la solicitud de documento. Cuando quieren arrestar a alguien que tienen marcado, lo hacen”, indicó la trabajadora social. Según Alejandra, en los barrios vulnerables los sospechosos son identificados y se los provoca cotidianamente, esperando que reaccionen.

El director general de la Policía de Acción Táctica aseguró que la policía utiliza “protocolos” establecidos para actuar y afirmó que en las zonas complejas, como Ludueña, hay más personal trabajando. “Hay más detenciones porque trabajan más policías, cuando se aborda a alguien por alguna irregularidad, se suele denunciar al efectivo por su labor”, sostuvo Forni.

La identificación te hace menos sospechoso

“Ahora nos identificamos y la policía nos para menos”, afirmó Rodrigo Rígoli, integrante de la Asociación Civil de Trabajadores de la Vía Pública.  Desde la agrupación habían denunciado algunos casos de abuso policial sobre varios trabajadores. “En Ludueña, a un compañero que iba al kiosko con su nena de dos años, le sacaron la gorra que llevaba puesta, se la cortaron con un cuchillo y le dijeron que no lo querían ver más por la zona. Sin razón ni motivo para agredirlo”, había sostenido hace algún tiempo Rígoli. Sin embargo, el referente de la asociación indicó que el trato con los trabajadores de la vía pública cambió desde que presentan identificación y demuestran que están organizados. “Ahora hay más diálogo”, señaló Rodrigo y agregó: “Nos consideran como uno más”.

La “portación de cara” tiene respaldo legal

En cuanto a la detención de una persona, el director general de la Policía de Acción Táctica dijo que “no se puede trasladar a una persona sin fundamentos”.  

En noviembre de 2013, el juez de Instrucción Luis María Caterina hizo lugar a un hábeas corpus presentado por el diputado provincial Eduardo Toniolli que apuntó a evitar detenciones por mera "averiguación de antecedentes". Por dicho fallo, se ordenó al Ministerio de Seguridad que en cinco días instruya al personal que solo podrá restringir la libertad de personas cuando haya "sospecha o indicios ciertos" sobre ellos. Caterina apuntó así a evitar la aplicación arbitraria y generalizada de esa potestad policial. 

"La Policía no podrá detener o restringir la libertad corporal de las personas sino por orden de autoridad competente. Sólo cuando hubiere sospecha o indicios ciertos respecto de personas, que pudieran relacionarse con la preparación o comisión de un hecho ilícito, podrán ser demorados en el lugar o en dependencia policial hasta tanto se constate su identidad", establece la ley orgánica de la policía provincial (ley 7.395) en su artículo 10 bis.

A pesar de las discusiones políticas y sociales sobre la la aplicación arbitraria y generalizada de la fuerza policial, todavía queda un vacío legal que sigue permitiendo ciertos excesos de la fuerza de seguridad provincial. La reforma de la ley orgánica de la policía provincial puede ser uno de los puntos a tratar en la nueva constitución de la Cámara de Diputados y Senadores de Santa Fe.