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El Partido Socialista alumbra un nuevo espacio interno, tal vez muy a pesar de más de un dirigente de cúpula. Se trata de cuadros intermedios, jóvenes en su mayoría pero con trayectoria y responsabilidades de gestión, que reclaman apertura y cambio de rumbo "hacia la construcción de nuevas confluencias políticas, con un fuerte contenido social", según proclaman en un documento difundido en los últimos días. Se definen en un espacio propio que dieron en llamar "Fuerza del Territorio", y decidieron romper con el tradicional hermetismo del partido de la rosa para dirimir sus cuestiones internas. Todo, "para enfrentar el proceso político que se avecina", dicen. Esto es, claro, la ofensiva del macrismo en la hasta ahora invencible nave de la coalición Cambiemos.

En concreto, este nuevo espacio reclama la recuperación de la presencia militante en los barrios. En su primer documento lo resumen con una cita del Comité Nacional del PS en 1987: “Dejemos que otros discutan en las piezas y gabinetes la diferencia entre democracia formal y real y salgamos a trabajar en las organizaciones populares, en los clubes, en las vecinales, en los centros estudiantiles, en los sindicatos, en las asociaciones de profesionales, en las cooperadoras, en las cooperativas para la defensa de los intereses de los argentinos, fomentando la participación popular. Así estaremos transformando la democracia política en social”.

En el socialismo madura un cambio que parece ya ineludible. El proceso se cocina desde hace tiempo -algunos intuyen esa bisagra desde el desmantelamiento del programa Crecer en Rosario- pero todo estalló tras la estrepitosa derrota electoral en los comicios legislativos del año pasado. El cimbronazo lo generaron en las últimas semanas los comentarios de algunos referentes del socialismo sobre la necesidad de construcción de un frente santafesino con otros sectores que puedan expresar el ideario progresista, e incluso algunos sectores del peronismo para competirle a Cambiemos, el frente del PRO y la UCR, en 2019. En un escenario de movimientos internos a pura chispa, la cuestión es desentrañar en qué se reconvertirá en el futuro.

La punta del iceberg fueron la declaración del ex gobernador Antonio Bonfatti, que pregonó “una alternativa plural, un proyecto inclusivo y amplio”, y los coqueteos del diputado Luis Contigiani con el peronismo. Pero, como indica la figura, debajo de lo que se ve a flote existe una masa enorme de discusiones que estuvieron guardadas durante mucho tiempo y, tras la embestida, buscan superficie de golpe.

Un caso es el de la militancia territorial del Partido Socialista que ha decidido plantarse ante el buró del partido -afirman que no tienen padrinos políticos- y poner de relieve sus pareceres. Un ingrediente más en la crisis que atraviesa el Frente Progresista Cívico y Social, el espacio hegemonizado por el PS.

En esta generación de militantes -la mayoría, cuadros intermedios con responsabilidades de gestión- muchos trabajan en los barrios desde los programas sociales de la Municipalidad de Rosario y la Provincia, y quieren posicionarse en la opinión pública para también traccionar hacia adentro del partido un cambio de rumbo que consideran indispensable.

Son dirigentes que tienen “su militancia en el territorio y no en la universidad”, según se definieron en contacto con Rosarioplus.com. Por ahora han dado el primer paso para romper los paradigmas de la cúpula dirigencial y aspirar a reformular el escenario. De hecho, recogieron la idea de un frente amplio con organizaciones de base y convocatoria plural para enfrentar a Cambiemos, siempre bajo una identidad social. Por eso no desentona el posible acercamiento al peronismo por más que no lo expliciten.

Configuraron un espacio propio y le dieron en llamar “Fuerza del Territorio”. Desde allí emitieron un documento que propone un “frente territorial, progresista y popular”. “La referencia a la militancia territorial no es antojadiza ni azarosa, es un posicionamiento político que se expresa con total convicción de apertura hacia la construcción de nuevas confluencias políticas, con un fuerte contenido social”.

Más aún, afirman que “hoy el socialismo tiene la oportunidad de la construcción de un nuevo espacio social y ciudadano, de funcionamiento moderno y amplio, donde puedan converger actores políticos, económicos y organizaciones de base, para poder enfrentar el proceso político que se avecina”.

Este grupo de jóvenes militantes plantea que “un verdadero programa socialista no puede ser concebido sin la participación del pueblo trabajador”. Y deja en claro su intención de formar parte de la renovación: “El desafío debe atender a la necesidad de formación de los jóvenes, técnicos y referentes barriales que se van sumando al PS (con o sin experiencia política)”.

El llamado apunta a "vecinalistas, comerciantes, referentes sociales, sindicalistas, docentes, profesionales del campo social, dirigencia y bases, que tienen la oportunidad y el deber de ser parte de un colectivo que desde el trabajo barrial, pueda enfrentar las políticas de ajuste del gobierno nacional".

Entre los firmantes del documento se cuentan la secretaria de Desarrollo Social de Rosario, Laura Capilla, el secretario de Gobierno de Villa Gobernador Gálvez, Esteban Lenci, y el director del Programa Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, entre varios.