El debate sobre el presupuesto 2023 avanza en el Congreso y comienzan a surgir objeciones respecto a la hoja de ruta que pretende trazar el gobierno nacional. Las provincias serán una de las variables de ajuste en el intento por cumplir las metas con el FMI y Santa Fe no será la excepción. Una de las cuestiones que más preocupa en este sentido tiene que ver con el subsidio al transporte, que sufrirá una nueva caída si el proyecto se aprueba tal cual fue presentado.

De acuerdo a lo ratificado por el ministro de Economía, Sergio Massa, el Fondo Compensador del Transporte contará con 66 mil millones de pesos, dato que blanquea un importante recorte al servicio en los distritos que conforman el territorio nacional. Para poner en contexto la cifra, es necesario tener en cuenta que, en el mejor de los casos, este año ese monto destinado a las provincias terminará siendo de 46 mil millones de pesos.

Es decir que el proyecto de presupuesto propone un aumento de casi 44% para esa partida, mientras que por otra parte reconoce un piso de inflación del 60%. En caso de que se cumpla esa estimación en la suba de precios, las provincias perderán 16 puntos porcentuales en recursos para sostener sus respectivos sistemas de transporte.

Pero las pérdidas no serían una novedad para el año que viene. Es que la no aprobación del presupuesto de este año y los errores de cálculo para la inflación ocasionaron el envío de partidas muy por debajo de lo planeado y que terminaron deterioradas por la incontrolable evolución de los precios.

Hasta el momento se giraron 38 mil millones de pesos correspondientes del Fondo Compensador y el gobierno nacional asumió el compromiso de llegar a los 46 mil millones entre noviembre y diciembre. El detalle a tener en cuenta es que cuando se calcularon esos 46 mil millones, se proyectó una inflación del 33%, casi un tercio de lo que proyectan las estimaciones para fin de año.

Menos subsidio, más tarifa

En diálogo con Rosarioplus.com, el secretario de Transporte santafesino, Osvaldo Miatello, sostuvo: “Acá hay dos problemas, en primer lugar que el aumento en el Fondo Compensador está lejos de la inflación proyectada, pero aparte los 46 mil millones de este año ya se licuaron. Probablemente el gobierno crea que provincias y municipios se tienen que hacer cargo. Otra variante es deterioro del servicio”.

Por otra parte, el funcionario provincial advirtió sobre la persistencia de asimetrías en asignación de recursos. “De fondo está el tema de la diferencia en el reparto de subsidios entre las provincias y la zona del Amba. En este último tiempo se intentó reducir esa brecha, pero va a seguir siendo amplia”.

Consultado al respecto, el diputado nacional por el socialismo, Enrique Estévez, remarcó que los 66 mil millones de pesos quedarían cortos, pero además reparó en la necesidad de retomar el debate por el reparto de ese Fondo.

"Actualmente Capital Federal y Amba acaparan un 90% de ese fondo, mientras que el resto de las provincias se disputan el 10% restante. Esperamos la exposición de los ministros en el Congreso para dar ese debate", señaló.

La próxima semana habrá una reunión entre titulares de Transporte de las provincias y legisladores nacionales para analizar este contexto. El cálculo es sencillo: con una caída de los recursos provenientes del gobierno nacional habrá una profundización en el deterioro del servicio y consecuente traslado al boleto.

Hay que cumplir con el FMI

El recorte a lo que desde Casa Rosada denominan “el interior”, no será exclusivamente para el transporte. El proyecto contempla una importante caída en las transferencias corrientes, específicamente en el ítem de Municipios y Comunas.

Esas transferencias pasarán de 540 mil millones calculados para este año, a 818 mil millones para el año que viene. Si bien se trata de un crecimiento del 51%, la inflación estimada en 60% generará un importante deterioro sobre esos montos.

Otra de las variables de ajuste que afectará a las provincias tiene que ver con la reducción de subsidios a los servicios energéticos, que tendrá vigencia a partir de la implementación de la segmentación. El gobierno nacional espera reducir un gasto que representa el 2,2% sobre el PBI al 1,6% del PBI.

Sergio Massa ya dejó en claro que la prioridad está en la acumulación de reservas y en ordenar las cuentas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional. En los planes, buena parte del esfuerzo lo tendrán que hacer trabajadoras y trabajadores, particularmente de lo que en Casa Rosada denominan el interior.