Llegó el día en que se empieza a definir la mitad de la película electoral en Santa Fe donde se sabrá quiénes serán los competidores para las generales de cara a la gobernación. Pero también es el momento en que los movimientos internos de la política empiezan a engranar y a crujir. 

El peronismo va por la sucesión de Omar Perotti después de cuatro años en que no estuvo para nada cohesionado. Las diferentes tribus jugaron a su modo, empezando por el propio Perotti. Esto se vio en el cierre de listas al terminar sobre el límite con el senador Marcelo Lewandowski como precandidato de un acuerdo con el gobernador y el massismo. 

El senador como el candidato más fuerte de la interna de Juntos Avancemos que contará con otros tres competidores: Leandro Busatto del rossismo, Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita, y Marcos Cleri, de La Cámpora. Sin embargo, la tiene más que complicada ante el frente Unidos para cambiar Santa Fe que se juntó para destronar al peronismo, más allá del espanto que flota en la alianza. 

Más allá de la alianza, Lewandowski ve a mano una oportunidad para plantarse definitivamente como referencia provincial del PJ, incluso si no logra ganar en las generales. Claro que si le cuelgan la banda de gobernador, será indiscutidamente como jefe político del PJ, fuerza que estuvo dividida durante los cuatro años de la gestión actual.

El gobernador Omar Perotti fue parte responsable de esa falta de unidad en el gobierno. Sin chances de reelegir, buscará mantener su cuota de poder en la Cámara de Diputados y presidirla para convertirse en el jefe de la oposición por cuatro años.  

Enfrente los tantos están más repartidos. Unidos para cambiar Santa Fe tiene todos los números para ser el frente más votado. El socialismo, la UCR, y el PRO, se unieron para destronar al peronismo y dejarán diferencias de lado para lograr el cometido. De hecho es una incógnita qué sucederá mañana lunes cuando se sepa quién ganó la interna. Carolina Losada avisó que no se juntará con Maximiliano Pullaro gane o pierda las PASO por consdierarlo “poco ético”. La campaña de la senadora giró en torno a descalificar a su rival y dice que mantendrá esa postura. 

Así, el radicalismo ve como nunca en 60 años la posibilidad de volver al poder. De más está decir, que quien gane el domingo entre Pullaro y Losada, se quedará con la manija de la actual oposición.