Luis Lacalle Pou asumirá este domingo la presidencia de Uruguay al frente de una coalición de centroderecha en la que conviven militares, liberales y conservadores, y con la que planifica dar un giro de 180 grados a la política del país oriental tras 15 años de gobiernos de centroizquierda.

Lacalle Pou, hijo del ex presidente Luis Lacalle, llega a la presidencia después de vencer en una ajustada segunda vuelta al candidato del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez.

Los cambios que se avecinan son inminentes: después de políticas ininterrumpidas enfocadas en la baja de la brecha social, y a favor de las alianzas regionales, llega una coalición de gobierno que promete flexibilizar el Mercosur y abrir los mercados, con facciones de ultra derecha como la comandada por el ex jefe del Ejército Guido Manini.

El mandatario electo Pou prometió facilitar la entrada de inversiones mediante la reforma de las leyes fiscales y de residencia, una medida con la que enterraría los intentos de los últimos años del FA por quitar a Uruguay del listado de paraísos fiscales.

Para llevar adelante este giro a la derecha sin perder estabilidad, Lacalle hijo dependerá tanto de la evolución de la situación económica y social como de su capacidad para manejar las tensiones y conflictos dentro de una heterogénea coalición.

Su principal aliado dentro de la coalición es el Partido Colorado, que ya ha gobernado junto al Partido Nacional, y a quien le tocan tres ministerios, entre ellos el de Relaciones Exteriores, que estará dirigido por Ernesto Talvi.

Talvi, ex candidato presidencial colorado que perdió en primera vuelta y respaldó a Lacalle Pou en la segunda, tendrá a su cargo la cuestión de Venezuela, un tema sobre el que Montevideo ha venido promoviendo el diálogo durante años, frente a la postura más dura de sus vecinos, tras una ola de inmigración de jóvenes venezolanos en busca de mejor futuro en el país oriental.

Algunas de las propuestas de Lacalle Pou mantienen en alerta a los sindicatos, que temen cambios drásticos en el gasto público.

 

Derecha  ¿y retrocesos? en la salud, la vivienda y la defensa

Cabildo Abierto, el partido del militar retirado Guido Manini Ríos, que obtuvo cerca del 11% de los votos en octubre, se ocupará de dos ministerios en los que también se esperan giros: Salud, que será ocupado por el antiabortista Daniel Salinas, aunque anticipó que no pretende retroceder en la ley de aborto aprobada en 2012, y el ministerio de Vivienda.

Pero además, en el reparto de puestos al partido de extrema derecha le tocó la subsecretaría de Defensa, una designación que la semana pasada provocó el primer chispazo en la coalición. El subsecretario designado, el coronel retirado Rivera Elgue, declaró que las fuerzas armadas uruguayas no tenían que pedir perdón por su accionar durante la dictadura, unos dichos que fueron rechazados por el líder del partido.

"El hecho es grave, esa es la calificación (de los dichos de Elgue) de Cabildo Abierto", sostuvo Manini Ríos, quien, no obstante, afirmó que su correligionario fue sacado de contexto.

En tanto, al Partido Independiente, el que menos votos obtuvo de toda la coalición, le tocó el ministerio de Trabajo, que será ocupado por el ex frenteamplista Pablo Mieres.

El Partido Nacional, por su parte, se quedó con siete carteras, entre ellas la de Economía, que estará liderada por la economista Azucena Arbeleche, quien tendrá el reto de enfrentar el creciente desempleo, el estancamiento de la economía y el creciente déficit fiscal.

 

El acto de asunción

La jura de Lacalle Pou estará a cargo del ex presidente José "Pepe" Mujica, actual senador y presidente de la Asamblea General.

Mujica anticipó que participará de la toma de juramento pero no de las actividades posteriores por considerar que es una ceremonia en la que se realizan actividades que no corresponden a una república sino al feudalismo: "la alfombra roja, los que tocan cornetas, eso remeda los vasallos cuando el señor sale del castillo y pasa por el puente, de ahí vienen esas cosas".

Entre las figuras internacionales que asistirán a la asunción, se espera la presencia del uruguayo Luis Almagro, actual presidente de la OEA, y del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, entre otros líderes mundiales.

El presidente Alberto Fernández se disculpó con Lacalle Pou por no poder asistir debido a que debe presidir la apertura de sesiones legislativas, aunque prometió viajar en cuanto el mandatario electo uruguayo lo requiera.

En tanto, los presidentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela no fueron invitados a la ceremonia.