El intendente Pablo Javkin, en representación del municipio, participó este lunes de la reunión que convocaron autoridades provinciales para trabajar en la prevención, ante la implementación de las nuevas medidas restrictivas que comienzan a regir a partir de la noche de este lunes.

Con presencia también de autoridades del ministerio de Seguridad, Fiscalía y fuerzas federales y provinciales, el jefe municipal dijo que continuarán con las limitaciones de actividades en los horarios que ya estaban establecidos, pero que “se intensificarán los controles, no solo sobre la actividad nocturna, sino también sobre algunas actividades que de manera masiva violen la cuarentena”. En ese sentido, también agregó que en las últimas horas mantuvo conversaciones con el gobierno entrerriano para encontrar la forma de poder ordenar las fiestas masivas en las islas frente a Rosario.

“Todo el conjunto de la población está haciendo un gran esfuerzo, todos entendemos que, evidentemente, vamos a tener que seguir cuidándonos hasta que la vacunación complete su ciclo en medio de la evolución de la pandemia, que durante este mes se está comportando de manera creciente. Frente a eso, es imprescindible la coordinación entre todos los sectores del Estado”, dijo y adelantó que estos controles serán dentro del marco de los decretos con la intervención de Fiscalía y bajo las actuaciones del Código Penal.

En el caso de las fiestas clandestinas, admitió que estos encuentros no autorizados “se arman en un lugar y rápidamente se desarticulan” y migran a otros sitios, por lo tanto “se deberá trabajar con anterioridad con investigación o siguiendo las redes de quienes organizan estos eventos” que según Javkin muchas veces “son los mismos que se repiten y muchas veces es gente que tiene actividad comercial en la ciudad”.  Al respecto, adelantó que está previsto intervenir con fuerzas federales y provinciales para hacer cumplir la normativa vigente. 

Tras la reunión se informó a la prensa que los operativos serán en diversas zonas de la ciudad y que las consecuencias pueden ser muy graves, como el secuestro de vehículos, aprensión y detención de los organizadores de las fiestas y eventualmente si se logra acceder a la recaudación una sanción económica que puede variar de acuerdo a la envergadura del delito.