Pasada la temporada de roscas que lo depositó a Marcelo Lewandowski en la grilla peronista para la gobernación; Avancemos Juntos piensa en un escenario polarizado al extremo para las próximas elecciones. En Santa Fe ya no se divide por tres como cuando el socialismo era robusto y lideraba el Frente Progresista, eso lo dió a entender el propio partido de la rosa que eligió ir a una gran coalición que ahora gobierna el radicalismo aliado al macrismo.

Por su lado, el Frente Amplio por la Solidaridad de Carlos Del Frade no tiene aún la
musculatura política que le permita terciar en los comicios. Ni candidato a gobernador tiene. Así las cosas, con dos polos en tensión por primera vez en muchos años en la provincia, la posibilidad está abierta.

En los alrededores de Lewandowski y de Perotti creen que la Paso entre Carolina Losada y Maximiliano Pullaro no será precisamente pacífica y que en ese marco
la ausencia de candidatos de Javier Milei en el territorio van a favorecer al discurso anti política que desarrolle la periodista porteña. El otro ya fue ministro de Seguridad por cuatro años y Losada ya le dijo que había “chocado la calesita”. Pero el armado pullarista es más sólido y con raíces más profundas en cada uno de los rincones de Santa Fe.

Ante semejante pirotecnia política enfrente, el peronismo apuesta la racionalidad de Lewandowski. Un perfil que destaca al senador nacional y que en parte, lo ha llevado hasta donde lo llevó. Acá no hay coucheo posible, es una cualidad profunda del candidato y es lo que termina por anclarlo en la gente. No se puede creer que cualquiera que grite un poco despeinado se va a convertir en exitoso.

Lewandowski sabe que tiene que profundizar su presencia en el norte pero para eso lo tiene a Perotti que además de gobernador por los meses que quedan, es candidato a diputado provincial y tendrá que desarrollar una campaña más allá de la gestión cotidiana. Ahí el frente Avancemos Juntos va a tener que pendular entre defender los principales hitos del gobierno actual y mostrar el costado de renovación política que debe exhibir el nuevo candidato, sorteando los puntos negativos de este gobierno que claramente se relacionan con la inseguridad y la violencia, principalmente.