El presidente catalán, Carles Puigdemont, avanzará este martes en el conflicto de secesión que mantiene expectante a España y Europa, cuando devele en el Parlamento regional si avanza de forma unilateral declarando la independencia de Cataluña, una decisión a la que el Ejecutivo español tiene previsto responder con contundencia.  

A horas de la sesión parlamentaria, fijada para las 18 (las 13 de Argentina) hay muy pocas señales que refieran a una marcha atrás en los planes secesionistas o una negociación de último momento entre el gobierno catalán y español. La Asamblea Nacional Catalana (ACN), principal organización civil independentista y responsable de las multitudinarias movilizaciones de los últimos años, convocó a sus simpatizantes a reunirse en las inmediaciones del Parque de la Ciudadela, donde está situado el Parlamento catalán, para "avanzar conjuntamente con las instituciones catalanas en la defensa del resultado del referéndum del 1 de octubre". 

"El martes 10 de octubre declaramos la independencia", asegura el líder de la ANC, Jordi Sánchez, en un video difundido en Twitter, mostrando la posición inequívoca de la base social, ante las dudas que surgieron en los últimos días en la cúpula del bloque secesionista, especialmente en el PDeCAT, el partido de Puigdemont, de la conveniencia o no de avanzar de forma inmediata hacia la ruptura. 

"No tenemos ninguna duda de que se van a cumplir los acuerdos y, por lo tanto, se declarará la República catalana", afirmó por su parte Benet Salellas, diputado del partido anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP), el aliado indispensable del gobierno catalán en el desafío secesionista. 

Ante este escenario, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, garantizó este lunes que "hará todo lo necesario", usando los instrumentos de la Constitución y el Código Penal, para impedir la secesión de la región. 

El líder conservador se expresó en estos términos ante la cúpula de su Partido Popular (PP), según explicó el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, quien protagonizó una fuerte polémica al afirmar que si Puigdemont declara la independencia unilateral puede acabar como Lluís Companys "hace 83 años". 

El ex presidente catalán Companys fue detenido en 1934 y encarcelado por el gobierno de la II República, pero luego de la Guerra Civil Española, estando en el exilio, fue capturado por la Gestapo, la policía secreta de la Alemania nazi, y fusilado por la dictadura franquista en 1940.

De acuerdo con los datos definitivos del gobierno catalán, de los 2,28 millones de personas que votaron -el 43% del censo electoral-, el 90,18% dijo que quiere independizarse de España. Además, el eurodiputado del PDeCaT Ramón Tremosa dio algunas pistas respecto a los pasos que piensan seguir los independentistas para declarar la secesión, mencionando el modelo de Eslovenia, que se independizó de la entonces Yugoslavia en 1991. 

El plan sería que este martes se apliquen los resultados y se proclame unilateralmente la independencia, para luego "suspender" esa declaración durante un tiempo en busca de reconocimiento internacional.