La situación económica y social de la Argentina atraviesa uno de los peores momentos en las últimas décadas. Los efectos de la fuerte devaluación y el ajuste que llevó adelante el gobierno nacional llevaron el índice de pobreza al máximo en 20 años, el poder adquisitivo de los salarios quedó desplomado y una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas lidiando entre la descapitalización y el cierre definitivo.

En ese contexto, a partir de una iniciativa conjunta de la concejala Julia Irigoitia, la Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario (FECOI), el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) y el Centro de Altos Estudios en Ciencias Sociales (CAECS) de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), se viene realizando una investigación que busca relevar aspectos sobre el acceso a políticas públicas, la productividad y la formación de los y las trabajadores de las empresas privadas de la ciudad.

Los organizadores de esta iniciativa explican que las mediciones se vienen llevando a cabo desde la segunda mitad del año pasado y lo que busca es producir información específica sobre la situación laboral y productiva local. “Nosotros venimos desarrollando una serie de propuestas que tienen que ver con apuntalar las capacidades de las empresas locales, la generación de puestos de trabajo de calidad y la formación laboral. En ese sentido, uno de los principales problemas que notamos es la falta de información certera sobre la situación local”, apunta la edila justicialista Julia Irigoitia.

Al respecto, la referente del CESO, Celina Calore, apunta que se tomó una muestra de 105 organizaciones, que incluyen un 25% de industria manufacturera, un 20% de comercios, hoteles y restaurantes, un 12% de construcción, un 7% de agro y pesca, un 6% de transporte y comunicación, un 2% de electricidad, gas y agua, y un 28% de otros servicios, entre los que se destacan salud privada, organizaciones financieras o de enseñanza. “De esta forma se buscó relevar cuál es la percepción de empresarios rosarinos sobre la situación laboral y productiva considerando el peso que tiene cada rama de actividad en la economía de la ciudad” señaló la economista.

En lo que hace al tamaño, las empresas encuestadas se clasificaron en cuatro categorías: microempresas (37%), pequeñas (28%), medianas (24%, repartidas en un 13% para Tramo 1 y un 11% para Tramo 2) y grandes (11%). En relación a las características de producción y comercialización, el 75% de las empresas encuestadas son de capital local, el 14% es nacional y un 5% es de capital internacional (el 6% restante corresponde a capitales mixtos: nacionales e internacionales).

“En función de su alcance de venta, lo que obtuvimos es que principalmente las empresas son de carácter nacional (51%). Les siguen las que venden a nivel regional (24%) y local (15%). Y finalmente, con una presencia menor, las que están insertas en mercados internacionales (6%)”, señala Calore.

Al resepecto, a finales del año pasado, el 36% de las empresas consideraban que tenían posibilidades inmediatas de exportación, un 16% creía que podría hacerlo luego de introducir modificaciones, mientras que un 28% sostuvo que su producto o servicio no es exportable. En este nuevo panorama, con una profunda recesión combinada con las complicaciones para la importación, las autoras del relevamiento explican que estas perspectivas seguramente se vieron deterioradas.

Uno de los datos más relevantes que destacan es que el 68% de las empresas encuestadas desconocía el porcentaje de capacidad instalada, es decir, la cantidad máxima de producción o servicios que puede generar en un período dado. A su vez, la mayoría (87%) no está al tanto de la cuota de mercado de su organización y más de la mitad (53%) tiene proyectado incorporar tecnologías como maquinarias, softwares (gestión, venta online, procesos) o redes. De este porcentaje, casi la totalidad sostiene que no será para sustituir trabajadores/as.

La situación laboral

En lo que concierne a la contratación de nuevo personal, más del 33% de las empresas consultadas no tenían búsquedas activas. De las que afirmaron estar en proceso de incorporación (33%) o con intenciones de iniciarlo (33%), el nuevo marco económico abierto las obliga a cambiar los plazos previstos para sumar trabajadores. La mayoría del personal a contratar se trataba de empleados de planta u operarios con conocimientos en oficios tradicionales. En tanto, para las áreas de administración y comercial se buscaban capacidades vinculadas a herramientas digitales (manejo de datos, softwares de gestión o marketing/publicidad).

“El gobierno nacional provocó una recesión muy importante y este escenario tiene un impacto terrible sobre las perspectivas empresariales y los salarios, donde las prioridades de las empresas será sostenerse y no tanto expandirse e incorporar trabajadores”, indica Calore.

Específicamente en lo que refiere a la formación que buscan las empresas a la hora de contratar nuevos empleados, en primer lugar se encuentran los conocimientos ligados a oficios tradicionales y la educación técnica. En segundo término, se observan las herramientas digitales básicas como el paquete office, y en menor medida se observan los requerimientos en dominio de softwares de gestión y diseño, el análisis de datos, la comercialización, el marketing digital, la gestión y liderazgo, normas de calidad, seguridad e higiene y logística.

“En este contexto más que nunca desde el Municipio hay que aportar a la actividad de las empresas, brindándoles herramientas, información y posibilidades de capacitación para la mano de obra, porque esas son otras vías para mejorar la productividad y competitividad que se vuelven indispensables en un escenario donde lo macroeconómico es tan adverso”, apunta Irigoitia.

Específicamente en lo referido a la formación que buscan las empresas a la hora de contratar nuevos empleados se encuentran los conocimientos ligados a oficios tradicionales y la educación técnica. En segundo término, se observan las herramientas digitales básicas como el paquete office, y en menor medida se observan los requerimientos en dominio de softwares de gestión y diseño, el análisis de datos, la comercialización, el marketing digital, la gestión y liderazgo, normas de calidad, seguridad e higiene y logística.

Las organizadoras de la investigación destacan que la mayor parte de los consultados subrayaron la importancia de la participación de las universidades, las cámaras empresariales y los sindicatos. En esa línea, destacan el trabajo conjunto que vienen realizando junto a FECOI y la UAI para abordar una de las problemáticas centrales que surge del relevamiento en tanto las empresas refieren que las principales dificultades para contratar nuevo personal devienen de la ausencia de perfiles con las competencias requeridas.

De cara al futuro, los resultados indican que existe un optimismo muy bajo relacionado a las perspectivas comerciales, financieras, impositivas y de stock. En relación a las medidas necesarias, las autoras del informe expresan que según los encuentados las acciones que tendrían mayor impacto positivo consisten en inversión en la capacitación y mejora de las habilidades de los trabajadores, disponibilidad de créditos o préstamos con condiciones favorables, respaldo para promocionar y vender los productos o servicios de las empresas en el mercado, mejoras en el acceso a insumos para la producción, modificaciones el proceso de contratación de nuevos empleados y acceso al mercado de importaciones.