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El Gobierno nacional envió esta semana al Congreso el proyecto de presupuesto 2018, que prevé un crecimiento económico en torno al 3,5%, una inflación "promedio de 15,7%", y nuevos recortes de subsidios a tarifas de servicios públicos.

La meta inflacionaria despertó las críticas de varios sectores gremiales, que desconfían de las expectativas a la baja del gobierno de Cambiemos, teniendo en cuenta que la inflación acumulada de lo que va del 2017 ya está en un 15,4%.

Entre los trabajadores rosarinos, se encienden las luces de alarma por la estrategia que podría tomar el Ejecutivo nacional para conseguir semejante meta inflacionaria. En ese sentido, el secretario general de Luz y Fuerza y titular del Movimiento Sindical Rosarino (MSR), Alberto Botto, evaluó que “una proyección de una inflación a la baja es positivo, el tema es que cuando el gobierno (nacional) se ha propuesto esos objetivos no lo logró nunca, entonces difícil creer que se pueda llegar a lograr esto”. 

Para el sindicalista, “estos indicadores se podrían lograr en una economía sana y un país en crecimiento, ya que bajar la inflación se logra con mayor producción y con controles que tienen que venir por parte del Estado”. Sin embargo, advirtió que “con este modelo, el sentido que ha tomado la economía es totalmente al revés con la apertura de importaciones, con quita de subsidios a las tarifas de los servicios, con la falta de control en los formadores de precio porque tenemos un estado en retirada”. “Este cuadro hace muy difícil que  se pueda lograr lo presupuestado para 2018 sin afectar la calidad de vida de los trabajadores”, alertó.

Para Antonio Ratner, secretario general del Sindicato Municipal de Rosario, “el Gobierno podrá proyectar una inflación del 12 por ciento, eso no se le significa absolutamente nada a los trabajadores y marca un retroceso permanente porque la inflación no es por el control estatal sobre los precios sino porque no va a haber consumo y eso depende de un debilitamiento de  los salarios, caída de la producción y pérdidas de fuentes laborales”. “Lamentablemente en este tipo de gobiernos la ecuación siempre ha sido así”, sumó.

También se expresó Antonio Donello, de la UOM Rosario: “Con este Gobierno creemos que proyectar una inflación del 12 por ciento es porque pretenden seguir enfriando la economía que no es ni más ni menos que caída del consumo”, indicó. “Hoy no vemos que el gobierno pueda llevar de otra manera al 12 por ciento la inflación, a esto hay que agregarle que en 2018 el campo no va a ser tan productivo por múltiples factores como inundaciones, entre otros, y esa situación puede impactar en alza de precios por falta de trigo, carne, maíz, vegetales”, agregó al análisis. Y advirtió que “evidentemente si el gobierno está presupuestando una inflación de 12 por ciento para el año que viene es vender humo o estar convencidos de seguir enfriando la economía”

El que no se guardó nada para criticar al gobierno nacional fue el titular del gremio de Smata, Marcelo Barros: “Mienten, mienten y mienten, también nos proyectaban una inflación del 17 por ciento para este año y la va a superar holgadamente”, disparó y agregó: “Además, pensar en inflación a la baja es decirnos que bajarán salarios, habrá menos consumo, producción, un desastre”.

Por último, Daniel Yofra, secretario general de la Federación Nacional Aceitera, tampoco se mostró optimista. “De la única manera que puedan proyectar esa inflación es con mucha recesión, congelando salarios y precios y obviamente no con los resultados legítimos del Indec”, analizó. “Lamentablemente se vienen tiempos donde los trabajadores van a estar mucho peor que en este año, ya que se avizoran aumentos de tarifas y en este escenario la gente va a tener que empezar a elegir entre pagar impuestos o alquileres o si come”, apuntó y agregó: “En ese contexto solamente puede darse los proyectado por un gobierno nacional como el que tenemos”.