El gobierno provincial sacó a relucir los trapitos al sol de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), o, mejor dicho, los números de la gestión durante la gobernación de Omar Perotti, a quien le cargaron ineficiencia operativa y en la administración. Sin llegar a denuncias o tensar públicamente, la Provincia raspó a la dirigencia saliente.

El presidente del directorio de la empresa, Hugo Marcucci, presentó una auditoría donde aborda una revisión de procedimientos, cuentas y recursos en dos períodos comparativos: 2015-2019 y 2020-2023. Según contó Marcucci existe un enorme déficit económico entre sus causas por no actualizar la tarifa según IPC. Por no haber utilizado esta fórmula no se recaudaron $34.800 millones.

Además el resultado financiero mensual a diciembre era de 5.252 millones que puede llegar a 30.000 millones en marzo. Por otro lado, la deuda flotante es de unos 5.000 millones de pesos (3.240 con proveedores, y 1.500 de obras). Además se mantienen deudas con el organismo por más de $19.000 millones que se pagan en un plan al que le restan 72 cuotas.

"Hemos llegado hasta aquí por una gestión sin objetivos, sin búsqueda de eficiencia, con condiciones de laxitud, irresponsabilidad y mala administración que afecta al funcionamiento de la empresa y particularmente a los usuarios”.

“El común denominador es un desapego a la responsabilidad y a la decisión de no tener un norte. Es una mala administración que no se le puso responsabilidad. Muchas veces es más fácil ser demagógico en el presente pero condicionan el futuro”.