El fenómeno se replicó en todo el mundo, aislamiento mediante. Hubo más "jogginetas" que vestidos de fiesta o ropa elegante, más tiempo en casa que en grandes salones. La pandemia hizo del 2020 un año tan malo para los emprendimientos vinculados a la noche, como para fabricantes de indumentaria. No obstante, los industriales del sector destacaron la voluntad del gobierno nacional de asistirlos y la decisión de reflotar el plan Ahora 12, con el que mejoraron las ventas en esta última parte de 2020.

Así lo estableció un documento de la Cámara Argentina de Indumentaria, que informó una suba del 20 por ciento en noviembre de las cantidades de ropa vendidas con tarjetas de crédito, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este fue “el primer registro positivo desde el inicio de la pandemia”, señaló la Cámara y explicó la mejora por el relanzamiento del Ahora 12. Las favorables condiciones de plazo, tasas de interés y meses de gracia de los programas oficiales “generan un incentivo a comprar con tarjetas de crédito” y mejoraron el panorama, dijeron los industriales

En el documento, que publicó la agencia Télam, se resaltó también que la pandemia provocó en todo el mundo una crisis en el mercado de la moda. “Los problemas económicos desatados para millones de familias, como la desocupación y la pérdida de ingresos, así como la minimización de las reuniones sociales masivas (fiestas, casamientos, bautismos, entre muchos otros), redujeron intensamente las cantidades vendidas de ropa”, detalló la CIAI.

Según estimó la Cámara, el año "cerrará con una contracción de 40% del mercado, en comparación con los niveles registrados en 2019, que ya había sido un año regular en la comparación histórica”.

Las esperanzas del sector de la indumentaria están depositadas en la vacunación. “Esperamos que sea lo suficientemente rápida para impedir la aparición de una segunda ola, que obligue a las autoridades sanitarias a re-intensificar los controles. Sólo en ese caso el mercado de indumentaria podrá comenzar su recuperación durante 2021”, advirtió la CIAI.

Finalmente, desde el sector productivo establecieron la necesidad de contar con mecanismos de asistencia estatal para los más complicados: , “Las graves consecuencias que dejará la Covid-19 sobre nuestro sector, en materia de descapitalización de empresas, quiebra de marcas y fábricas, pérdida de puestos de trabajo y niveles de endeudamiento, convertirán en imprescindible a la asistencia pública a las empresas argentinas de indumentaria”.