La agitada agenda económica de esta semana tuvo al campo como un actor que ganó protagonismo y le dio señales al gobierno nacional que bien pueden aliviarlo aunque otras se las guardó por el momento.

La cosecha récord que se espera tras un 2018 con sequía mortal ilusionan con agrodólares al gobierno pero la vacilación del mercado cambiario genera incertidumbre sobre la real liquidación de las divisas. ¿Demorarán los verdes de la cosecha para especular? ¿Habrá miles y miles de gusanos blancos a la vera de la ruta llenos de porotos de soja esperando un salto del dólar?

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) quiso llevar buenas noticias en lo que fue la semana del campo, con el epicentro político en la Expoagro donde, además de candidatos sonrientes y predispuestos, estuvo el presidente Maurico Macri y ensalzó a los hombres y empresarios del campo.  saltó como logro antes de la finalización de la feria la cosecha récord esperada para esta campaña. 

“Vamos a tener media cosecha más de soja, y casi media cosecha más de maíz”, explicó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro -GEA- de la Bolsa de Comercio local, al referirse al aumento del rendimiento de ambos cultivos de un 54% y 48% respectivamente, en comparación con el año pasado.

Desde la Bolsa lo resaltan porque en la región núcleo hubo una campaña compleja por las lluvias de este verano, con muchas hectáreas perdidas, y por la sequía arrasadora del año pasado, “la peor en los últimos 50 años” según el presidente Mauricio Macri. Pero también es cierto que la sequía del 2018 baja los parámetros en la comparación interanual más allá de que el maíz fue la estrella de la campaña al batir su récord productivo.

Los agrodólares, ¿se demoran?

Al margen de los rindes, el tema revelador será si los sojeros liquidarán los dólares o preferirán esperar ante una eventual suba de la divisa que les convenga. El anuncio de que el Tesoro, con el aval del FMI, podrá vender 60 millones de dólares por día para darle liquidez al mercado cambiario modifica el escenario.

En caso de que esto tenga efecto tranquilizador en el productor y suponga que el dólar no se disparará, venderá los granos a los exportadores, y éstos podrían liquidar por el mismo motivo. Eso sería lo esperado por el gobierno pero la volatilidad cambiaria no está asegurada jamás y menos en este último año.

Desde la Expoagro surgió el dato que aumentó la demanda de silos bolsas un 20% interanual. La lectura sencilla es que los productores vana a guardar los porotos y no liquidar por ahora, pero también es necesario tener en cuenta que la comparación es con el 2018 que tuvo una sequía que no demando tanto el insumo. 

Al respecto, en la semana hubo opiniones tan diversas como los polos a los que pertenecen cada uno de los declarantes. Por un lado, Eduardo Buzzi, ex presidente de la Federación Agraria Argentina alertó que solo se va a liquidar la quinta parte de la cosecha “obligado por la fuerza” de los compromisos en pesos a afrontar.

En el sentido opuesto, Gustavo Grobocopatel, dueño de uno de los pools de siembra más grande del país, aseguró una liquidación fuerte de los sojeros. “Se venderá un porcentaje sustancial”, dijo pero el fundamento del rey de la soja fue la austeridad y las deudas: “No hay más remedio que vender porque hay que pagar las cuentas, tenemos que subsistir”. El altísimo financiamiento de bancos puede impulsar a liquidar y hacerse de dinero fresco. Por lo pronto, liquidarán lo justo y necesario para los pasivos y luego esperarán el desenvolvimiento del escenario económico.

Según el ministerio de Hacienda los ingresos de divisas por la campaña agrícola alcanzarían los u$s25.274 millones, por las exportaciones de soja y subproductos, maíz y trigo. Las perspectivas de la cosecha “son muy buenas, con el 90% de los cultivos en estado normal a excelente”. Más allá de las estimaciones, la soja será clave en el mercado cambiario y por lo tanto en la campaña electoral.