__tadevel:head__

Al Senado de Santa Fe le quedan dos sesiones ordinarias antes de finalizar el año. Los 19 legisladores tienen en sus respectivos despachos un expediente más que caliente: un proyecto que llegó de Diputados que, a grandes rasgos, busca aumentar la alícuota de Ingresos Brutos a 18 empresas agroexportadoras y el impuesto inmobiliario a entidades financieras para compensar la quita de subsidios al transporte. 

Su aprobación o rechazo marcará un precedente respecto en la puja redistributiva en un contexto de expansión para pocos grupos concentrados (entre ellos, bancos y agroexportadores), y de retracción y ajuste para la gran mayoría, pymes, industrias, asalariados y jubilados, entre otros. 

Por lo pronto, todo hace indicar que hay poca voluntad política de los senadores para convertir la iniciativa en ley. Lo cierto es que los tiempo urgen. La quita de subsidios empezará a regir desde el 1º de enero. El poder Ejecutivo ya avisó que absorberá parte de esta erogación. No obstante, el propio gobernador Miguel Lifschitz pidió en las últimas horas que el Senado avale el proyecto para contar con "fondos extras" y evitar así que el precio de los pasajes se vayan por las nubes. 

 En materia de ingresos brutos, las cerealeras pasarían a pagar un 1% de su facturación (+0,75%); mientras que para el comercio al por menor y mayor de agroquímicos, semillas y fertilizantes el aumento sería de un 0,5% (de 2% a 2,5%). El aumento iría en sintonía con lo que el sector oleaginoso paga en otras provincias del país. 

Así y todo, las entidades que representan los intereses de estas empresas están en pie de guerra con la iniciativa. Critican una "nueva carga impositiva al campo" y avisaron que las grandes firmas trasladarán este incremento tributario al resto de la cadena de comercialización, entre ellos los pequeños y medianos productores. 

Un dato no menor en medio del debate es el de la escala de ingresos brutos en el resto de las actividades comerciales que operan en suelo santafesino. El listado de las alícuotas desnuda que el polo agroexportador de la provincia paga muchísimo menos que la mayoría de los otros rubros productivos. En la mayoría de los sectores, el impuesto va desde un 2,76% a un 4,50% dependiendo los niveles de facturación. 

Los números

Según se desprende del Capítulo II de la Ley Impositiva de la Provincia, las cerealeras que facturan al año más de 200 millones de pesos (las 18 empresas que contempla el proyecto) tributan hoy un 0,25%. La cifra está muy por debajo de las "alícuotas básicas" que pagan el resto de las actividades: 2,76% "para aquellas actividades desarrolladas por contribuyentes y/o responsables cuyos ingresos brutos anuales devengados en el período fiscal inmediato anterior al considerado, sean inferiores o iguales al millón de pesos; 3,60% entre 4,5 y 75 millones; y 4,5% para más de 75 millones.

En el artículo 7 del capítulo aparecen las "alícuotas diferenciales". Por ejemplo, tributo del 1% para "comercios al por menor de medicamentos" (farmacias), "extracción de madera", "explotación de minas de carbón" y la "producción de Petróleo crudo y gas natural".

El grupo del 1,5% lo componen las empresas de "transporte de cargas y pasajeros". Del 2%, "la construcción de inmuebles". Y entre las que pagan un 2,5%, "el comercio al por mayor de alimentos y bebidas", "la venta de productos que tengan un proceso industrial aún con venta directa al público, derivados de carne, derivados de harina, hortalizas y frutas" y "actividades médicas asistenciales sin internación prestadas por establecimientos privados". 

Un escalón más arriba, en el 4,50% de alícuota, están las "casas de antigüedades, galerías de arte, artículos de segundo uso, cuadros, marcos y reproducciones", la "comercialización de billetes de lotería, Prode, Quiniela y juegos de azar autorizados", "comercios al por mayor y menor de chatarras, rezagos y sobrantes de producción", locales de "artículos de fotografía" y comercios de "joyas, alhajas, fantasías, bijouterie, platería, orfebrería, relojes y similares". 

El listado de este apartado --con más de 30 actividades-- lo completan las "guarderías de animales", "juegos electrónicos, mecánicos o de video, mesas de pool y billares", "Publicidad y propaganda incluso la filmada o televisada", "empresas de pompas fúnebres y servicios conexos" y "compañías de seguro"

La alícuota diferencial del 5% tiene solo tres rubros:  "Compra-venta de divisas", "servicios de telefonía fija" y "servicios de Internet". Lo mismo que la del 6,5%: "explotación de casinos, salas de juego y similares", "ventas de armas de fuego y municiones", y "préstamos de dinero, descuentos de documentos de terceros y demás operaciones financieras efectuadas por entidades no sujetas al Régimen de entidades Financieras, incluidas las casas de préstamos".  

El impuesto más alto, del 15%, lo pagan hoy ocho actividades: "cabarets, cafés concerts, dancings y night clubes", "casas de masajes y de baños", "casas de empeño", "depositantes de dinero", "exhibición de películas en salas condicionadas", "prestadores de dinero", y "venta de vehículos automotores 0km" y  "venta de maquinaria agrícola autopropulsada, máquinas viales, tractores y cosechadoras".