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Atenas. El gobierno griego celebró este viernes el acuerdo "histórico" alcanzado con sus acreedores de la eurozona para cerrar el tercer rescate griego y poner fin al penoso programa de salvataje financiero que inició Atenas hace ocho años, que permitirá al país financiarse por sí solo en los mercados "sin presión" y al pueblo "tomar un respiro". 

El portavoz del gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, señaló que después de ocho años colmados de grandes dificultades y tres rescates, los esfuerzos realizados han sido premiados y se ha creado una "nueva situación para la sociedad y la economía".

"El pueblo puede volver a sonreír", afirmó el vocero Dimitris Tzanakopulos en declaraciones a la televisión pública ERT, y destacó la importancia de que el acuerdo garantice la sostenibilidad de la deuda y posibilite al país financiarse en los mercados, "sin estrés, sin presión, incluso en las condiciones más desfavorables ".

El acuerdo cerrado el jueves por la noche en Luxemburgo tras una sesión maratónica de 10 horas del grupo de los ministros de Finanzas del euro, o Eurogrupo, amplía en 10 años los vencimientos de los préstamos del segundo rescate (actualmente, el promedio es de 32,5 años). Además, aplaza en 10 años, desde 2023 hasta 2033, la fecha en que Grecia debe empezar a devolver estos créditos y sus intereses. Asimismo, prevé un desembolso de 15.000 millones de euros del último tramo, lo que engrosará el colchón de reservas hasta los 24.100 millones de euros, lo que permitirá a Grecia cubrir sus necesidades de financiación durante 22 meses sin necesidad de recurrir a los mercados, informó la agencia de noticias EFE.

Desde 2010, Grecia recibió casi 300.000 millones de euros en tres programas de asistencia financiera acordados en 2010, 2011 y 2015. A cambio, sus acreedores europeos le exigieron reformas estructurales y ajustes fiscales, que fueron muy resistidas por los sindicatos y una parte importante de la sociedad, que se movilizó de manera sistemática en las calles en los últimos años. 

Los socios devolverán a Atenas los intereses generados por los bonos griegos que tiene el Banco Central Europeo (BCE) y los bancos centrales de la eurozona en pagos semestrales hasta 2022, lo que se traduce en un desembolso aproximado de 1.000 millones anuales.

"Llegamos a un acuerdo sobre el pago de la deuda griega. Es un buen acuerdo, que debe permitir a Grecia mirar al futuro con confianza y acelerar la recuperación", dijo anoche el ministro de Finanzas francés, Bruno La Maire, al anunciar el acuerdo al término de la reunión del Eurogrupo. Según Le Maire, con este acuerdo -que ambas partes insistieron en que no es otro rescate- Grecia podrá bajar su deuda externa a un nivel más manejable, que le permita crecer y salir definitivamente de la crisis económica que estalló en 2009, tras la Gran Recesión de Estados Unidos. 

El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, destacó la importancia de haber logrado que la deuda sea calificada de sostenible, pues esta circunstancia permitirá a Grecia recuperar la confianza de los mercados. "Este gobierno nunca olvidará las dificultades por las que han pasado los griegos durante los últimos ocho años. Para decir que valió la pena los ciudadanos necesitan poder ver muy pronto los resultados", señaló Tsakalotos en una rueda de prensa celebrada de madrugada en Luxemburgo.

El ministro insistió en que el crecimiento no vendrá solo "para unos pocos, sino para muchos". "Esa es la promesa del gobierno griego", añadió.