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Los argentinos consumieron durante el 2017 un promedio de 118 kilos de carnes por habitante y recuperaron el nivel histórico que se había obtenido en 2015, según surge de las estadísticas oficiales. Más allá de que el dato sea para celebrar, los carniceros rosarinos están preocupados porque aseguran que los tarifazos ponen en jaque a los pequeños y medianos comerciantes.

"En Rosario los datos son los mismos que a nivel nacional, el año pasado a aumentado un par de kilos con respecto a 2016 y 2015", indicó José García, titular de la Asociación de Carniceros de Rosario, en diálogo con Rosarioplus.com.

En el acumulado enero-noviembre del año pasado, según las estadísticas oficiales, el consumo promedio per cápita se ubicaba en 58,67 kilos de carne bovina, 44,06 kilos de carne de pollo, 14,04 kilos de carne porcina y 1,2 kilos de carne ovina.

En total, si esos niveles de consumo se hubieran mantenido sin grandes alteraciones en diciembre, la ingesta anual de carnes per cápita se ubicaría cerca de 118 kilos, un nivel de consumo histórico que iguala la anterior marca, lograda en 2015.

"El cerdo viene en aumento desde hace varios años", comentó el carnicero y agregó: "No ha bajado el consumo del pollo, es la carne alternativa a la vacuna".

En cuanto a los precios de la carne vacuna, el comerciante indicó que el precio no sufrió grandes incrementos en los últimos dos años. Por su parte, el pollo llegó a los 43 pesos el kilo. 

"No tenemos visto un aumento de carne, hay un normal abastecimiento", señaló García pero remarcó: "Nos preocupa el tema de los servicios y tributos, es un golpe muy fuerte. Hoy no estamos pasando los gastos al precio de los productos pero lo estamos viendo".

"Nunca tuvimos en cuenta esto (gastos en servicio, alquiler e impuestos) a la hora de hacer un número de costo, la carne aumentaba cuando subía el proveedor", explicó el titular de la Asociación de Carniceros de Rosario y acotó: "El gasto cada vez es peor, mi negocio pagaba 5 mil pesos de electricidad y ahora 12 mil".