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El proyecto de ordenanza para bajar la tolerancia de alcohol al volante se aprobaría la semana que viene en el Concejo municipal tras un trabajo entre ONGs y ediles, aunque los gastronómicos de la ciudad plantean sus reparos.

La propuesta de bajar el nivel de alcohol en sangre de 0.5 a 0.3 en sangre tiene consenso social, sobre todo de funcionarios y asociaciones civiles, que buscan descender el índice de choques generados por conductores alcoholizados. Pero desde los comercios del rubro gastronómico dudan de la iniciativa.

Lo que piden es analizar a fondo los riesgos que se genere por manejar debajo del límite de 0.5 gramos de alcohol en sangre. Entienden que la clave es la prevención y apostar a la campaña del “conductor designado”, con beneficios y atenciones de los restaurantes para las mesas que se sumen a esta figura.

“Hay que analizar cómo llegar a la gente y concientizar. Por ejemplo con la figura del conductor designado, que los locales gastronómicos pueden dar atenciones y beneficios a quienes asignen a uno en la mesa”, explicaron desde la Asociación de Gastronómicos y Hoteleros.

Sin embargo, quien fogoneó el proyecto, el concejal por el radicalismo Sebastián Chale, fue concreto en diálogo con Rosarioplus: “Es lógico que a más cantidad de alcohol mayor cantidad de accidentes pueden producirse, pero a partir de 0.3, los riesgos se duplican y se producen daños sobre la capacidad de reflejo, aunque la persona se sienta en buenas condiciones”.

Además, agregó que la regulación “no tendrá implicancia en las ventas”, y que la idea que se persigue es “hacer un cambio en la mentalidad”. Desde noviembre que se comenzó a profundizar en el proyecto, que según el propio edil, la semana que viene tendría aceptación y aprobación en el recinto.