Los jóvenes han crecido inmersos en la tecnología y, como nativos digitales, procesan la información diferente a sus propios docentes, ellos prefieren las imágenes y la instantaneidad y el hipertexto al texto escrito. Ésta debería ser una ventaja para el profesor a la hora de incluir las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en la escuela ya que hoy por hoy, aprovechar que los tiempos y los espacios han cambiado, podría tornar ventajoso pensar otras formas de estar en el aula.

Los celulares ya hicieron su entrada triunfal a la escuela. Cincuenta y ocho millones de aparatos vendidos en Argentina, según datos estadísticos, hablan de su masificación. Y docentes y alumnos lo consultan permanentemente al interior del aula. El tema será como aprovechar el teléfono como dispositivo de uso pedagógico. Si bien esta institución se rige por un pensamiento lineal cuyo  principal protagonista es el libro de texto escrito, lejos de temerle, habrá que comenzar a mirar el celular como herramienta válida para aprender más y mejor.

Es dable destacar que, así como hoy a algunos les estremece la tecnología en el aula, en la Modernidad, fue la imprenta la que asustó con su excesiva masividad. En ese sentido, Chartier  en su libro  recuerda que en el siglo XVIII, se construyó un discurso acerca de la patología por el exceso de lectura  y se sostenía que la lectura sin control era peligrosa porque asociaba la inmovilidad del cuerpo con la excitación de la imaginación, por lo tanto, producía los peores males: la obstrucción del estómago y de los intestinos, el desarreglo de los nervios y el agotamiento físico.

Asimismo, la llegada de la calculadora al aula también fue muy cuestionada hace algunas décadas atrás. Se creía que por usarla en los últimos años de la escuela primaria, podría reemplazar u perturbar el aprendizaje de las operaciones básicas de matemática. Sin embargo, nada de esto ocurrió.

Ahora bien, inmersos en cambios socio- culturales, queda más que claro que el Estado asume dichos procesos y los expresa en la letra de la ley en pos de mejorar la educación. El artículo 88 de la Ley Nacional de Educación (2006) señala que “El Estado debe garantizar las condiciones materiales y culturales para que todos/as los/as alumnos/as logren aprendizajes comunes de buena calidad”  Del mismo modo, en el art. 30, sustenta la idea de “formar sujetos responsables, que sean capaces de utilizar el conocimiento como herramienta para comprender y transformar constructivamente su entorno social, económico, ambiental y cultural”

Es de claro conocimiento que el modelo 1 a 1 es ubicuo, es decir, se puede acceder a la tecnología y se la puede usar en cualquier espacio escolar y también en casa, de manera individual o grupal. Para ello, el  Ministerio de Educación de Nación ha potenciado  acciones de distribución de equipamiento y el portal Educ.ar y el Canal Encuentro han aportado recursos didácticos y proyectos abocados a la incorporación de la temática TIC en las prácticas educativas. Y, si bien  muchos docentes podrían considerar que se les suma un problema a su trabajo, es necesario asumir que las prácticas pedagógicas son dinámicas. En este caso, la habilidad de los chicos de manejar la herramienta, tales como  abrir páginas, chatear, jugar son  destrezas vividas por algunos docentes como una dificultad que deben enfrentar. Pero, lejos de  creer que se pierde el control de la situación, hará que vayamos indagando en nuevos modos de enseñar y aprender en el aula.

Propuestas para el aula

Enseñar con contenidos educativos digitales. Internet es un gran archivo de información digital. Las contenidos digitales son muchos, variados y editables, es decir, se puede copiar, pegar, reeditar y mezclar en nuevos contextos; nunca es definitivo y siempre puede ser corregido y mejorado. Son interactivos e hipertextuales ya que se navegan y se vinculan, por lo que se dispone la información de una nueva manera, en muchos casos no lineal.

Enseñar con redes sociales. Una red es un conjunto de nodos interconectados. Si bien, en general, los jóvenes las utilizan en contextos de ocio, es importante que desde la escuela se utilicen con objetivos educativos.  Twiter, Facebook, entre las más conocidas y usadas por los más jóvenes, cuentan con recomendaciones de cómo usarlas con fines didácticos. Twitter, por ejemplo, permite seguir personas o portales que publiquen mensajes relacionados con temáticas dadas en clase, compartir con estudiantes y otros colegas recursos, propios o ajenos, publicados en la Web, tales como imágenes o  videos. Incluso permite representar a un personaje, especialmente en  asignaturas como historia o literatura. En este último caso, se podría asignar a cada uno de los alumnos un personaje histórico y su tarea consistiría en  documentarse acerca de él, y crear una cuenta en dicha red, donde iría twitteando publicaciones introduciéndose en el rol de cada personaje. Otros usos posibles podrían ser debatir temas con un determinado hashtag.

Cada docente, desde su propia disciplina, podrá planificar algunas opciones innovadoras en una herramienta que atrae tanto la atención de los jóvenes.

Enseñar con materiales multimedia Los materiales multimedia son recursos ampliamente disponibles y fáciles de utilizar en entornos digitales y en internet: videos –películas, programas de televisión–, simulaciones, clips, galerías fotográficas pueden utilizarse como fuentes de saber en todas las disciplinas de la enseñanza secundaria.

 Estas propuestas pueden convertirse en trabajos motivadores para el aula, donde potencian el lugar de los docentes como mediadores. Las imágenes exigen una mirada crítica, dado que aunque representan por similaridad a la realidad, no dejan de ser una representación de la realidad con sentidos, intenciones y puntos de vista. De esta manera, al decir de Sagol, la escuela secundaria puede construirse en gran medida sobre recorridos escolares que dialoguen con las trayectorias reales de los adolescentes porque los jóvenes suelen ser asiduos lectores de imágenes y consumen productos culturales de alta complejidad.

Enseñar la búsqueda de información. Los criterios de búsqueda en Internet deben estar garantizados. Es por ello que se recomienda la construcción de algunos criterios, tales como autoridad, actualización, navegabilidad, organización, selección de contenidos, legibilidad y adecuación al destinatario. Es decir, que las páginas de búsqueda deben centrarse en materiales provenientes de fuentes confiables y prestigiosas, con información actualizada y válida en función de las modificaciones periódicas que reciba el sitio, que resulten “amigables” para el usuario y que presenten una organización clara y recursos que faciliten la consulta, como títulos, índices, etcétera. Por último, la adecuación al destinatario implica apropiar el material al lector.

Si bien los  jóvenes se han apropiado de la tecnología de un modo inusual e interesante, serán los docentes, quienes podrán ayudarlos a buscar, revisar e investigar los recursos digitales que podrán disponer a fin de usar dicho material para repasar, autoevaluarse o, también, como medio para usar en sus presentaciones o trabajos prácticos..

Sin embargo, no debemos olvidar un punto nodal al interior de la institución educativa: la formación y capacitación de docentes.  La docencia se encuentra permanentemente interpelada por los cambios en las diferentes dimensiones de la vida social, cultural y política, así como en las esferas del desarrollo tecnológico y del conocimiento científico. Y, por tanto, una formación permanente que atienda a la complejidad de la tarea de enseñanza y de mediación cultural de los docentes constituiría una estrategia fundamental para renovar su oficio, así como para responder a las nuevas necesidades de la sociedad.

Sí al celular en el aula, con mucha responsabilidad y compromiso de estudiantes y docentes, en pos de construir una escuela más entretenida.