La crisis que atraviesa la industria argentina se refleja en la fuerte caída de la demanda energética que registra el sector. Durante marzo en Santa Fe se consumió una cantidad de megavatios (MW) similar a los comienzos de la pandemia, cuando regían las medidas de aislamiento preventivo.

Según datos del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), el consumo eléctrico de industrias y grandes comercios en territorio provincial cayó un 21,2% interanual el tercer mes de este año. Por su parte, el consumo residencial también mostró una caída del 12,8% en ese mismo período.

Estos datos ratifican el fuerte golpe que significó para la matriz productiva el aumento de tarifas dispuesto por el gobierno nacional y que se implementó desde febrero para comercios e industrias. También pone en evidencia la caída en el consumo interno y su consecuente impacto en la actividad. 

Los registros de marzo coinciden con el freno dispuesto por algunos establecimientos emblemáticos en territorio provincial, específicamente en Rosario y alrededores. Es el caso de Acindar, con base en Villa Constitución y planta la ciudad, pero también el de General Motors, que puso el freno de mano en más de una oportunidad este año. 

“En marzo se dieron suspensiones en industrias importantes de la provincia. Empiezan a paralizar turnos y a frenar actividades, un combo que pone en riesgo los puestos de trabajo, sostuvo la economista de Ceso, Celina Calore, en diálogo con Si 98.9. 

Respecto a los motivos de este parate, analizó: “Opera fuertemente el impacto de la suba tarifaria, pero también opera la falta de demanda, la caída del consumo, eso es un signo más de recesión económica”. 

Cabe recordar que en marzo los pequeños comercios e industrias de la ciudad y la región comenzaron a recibir las primeras tarifas de luz sin subsidio nacional y reportaron incrementos que rondan el 100% respecto a las boletas anteriores. Se trata de la primera parte del impacto sobre este sector, ya que aún no se facturó la totalidad con aumento y los meses por delante restan ajuste de la EPE.

El tercer mes del año la caída del nivel de actividad fabril se profundizó y las primeras proyecciones de la Unión Industrial Argentina (UIA) permiten suponer que el deterioro alcanzará las dos cifras.

“Los datos anticipados de marzo reflejan una mayor caída por parte de la industria. De acuerdo a cálculos preliminares, en marzo hubo una baja mensual de magnitud y se estima que se aceleró la contracción interanual”, advierte el último informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos de UIA, que dio cuenta que en febrero la actividad fabril marcó un retroceso de 6,8% respecto a igual mes de 2023.

Los datos preliminares que anticipan la mayor retracción surgen del rubro Automotor, que en marzo registró una caída interanual de 29,4%, así como también Minerales no metálicos con una baja 41,2% interanual.