Después de cuatro días a pura lluvia, el martes asoma como el primer día seco. Será una jornada que reemplazará agua por viento en busca de recomponer las cosas, aunque no la tenga tan fácil. El otoño llegó para quedarse y el gris no lo negocia.

Amanece frío, con el cielo medio nublado y la particularidad que el viento del oeste y del sudoeste soplará con ganas. Hasta habrá ráfagas que volarán más de una peluca. La esperanza es que sople tanto que despeje todo lo gris. Se verá, nada garantizado.