La guardia externa del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez no atiende casos ambulatorios desde hace algunas semanas. Los pacientes que se acercan con alguna dolencia o síntoma se encuentran con la realidad de que no serán atendidos por obras de refacciones que se están realizando en sus consultorios y deben ir a otro lugar a atenderse.

La guardia cuenta con 16 camas de internación transitoria, cuatro respiradores, y la capacidad espacial de agregar 15 camillas más. Sin embargo, por refacciones que pueden durar hasta un año, la cartera de Salud municipal y la dirección del Heca decidieron derivar a todo paciente que no sea de emergencias al Hospital Carrasco, el Centenario y el Roque Saenz Peña, donde los cargos ahora en consecuencia no dan abasto.

Sandra Maiorana, del sindicato médico Amra, aseguró a Rosarioplus.com que la situación, "que comenzó hace un mes sin dar aviso oficial a los ciudadanos para que sepan que no los van a atender, es similar en el Hospital Roque Sáenz Peña y el Alberdi, donde falta cubrir un cargo en cada efector”. Sin embargo, desde la cartera de Salud municipal aclararon a este medio que fue comunicado públicamente el pasado 6 de octubre desde el portal oficial Rosario Noticias.

El Heca cuenta con cuatro médicos en la guardia externa por día, y son 20 en total, pero ocurre, según explicó la delegada, que “cinco de éstos fueron trasladados a otros efectores, y están cubiertos por reemplazantes, algunos que ya están desde hace un año, por lo que es necesario que se anuncie un concurso abierto para cubrir estos cargos”.

Además, los casos de pacientes con una gravedad intermedia (que no corre riesgo de vida pero requiere cierta urgencia), se están atendiendo en los pasillos de la sala de espera del Heca, en condiciones de hacinamiento y a la vista de todos, precisó.

Mientras tanto, en la guardia externa del Hospital Carrasco se había hablado de crear cargos nuevos, pero esa decisión fue desestimada por los directivos y por lo tanto deben cubrir la fuerte demanda entre los pocos médicos ya existentes.

La sospecha desde Amra de que ésta sea la “antesala” a un ajuste de personal se sustenta en que “se cerraron los cuatro consultorios por refacciones a la vez, en vez de hacerlo paulatinamente, de a dos, o directamente remplazar el espacio para atención en otro espacio del hospital, ya que sobra lugar”, plantea Maiorana.

De esta forma, al derivar la atención ambulatoria, “el municipio puede probar con estadísticas que disminuye la cantidad de pacientes que se atienden, en vez de evaluar la calidad, y con eso argumentar un despido por día, debiendo quedar sólo tres en la guardia externa”. Maiorana recordó que “esto mismo ocurrió hace cuatro años, y Amra realizó un amparo judicial por probabilidad de violencia, ya que ha llegado a haber un solo médico en toda la guardia”.