Ya se sabe que ni a Instagram ni a Facebook le gustan los pezones, es algo que han dejado bastante claro durante los últimos años. Sin embargo esa pezón-fobia ha llegado a límites extremos: la red social Instagram cerró una cuenta por poner una torta con una estética bastante particular: parecía decorada con pezones. ¡Pero no eran!

Susan Moseley, una mujer británica, es la dueña de la cuenta que se cerró porque la imagen de la torta “contravenía las normas de uso de la red”. Según le explicaron a la señora repostera, se desactivan “cuentas que contienen imágenes sexuales o desnudos”. Es decir que los perspicaces algoritmos de la red social para detectar pornografía confundieron a la torta con una teta.

Según relata Jennie Moseley (pastelera, autora de la ya famosa tarta, e hija de la protagonista de la historia), sólo después de que el caso saltara a los titulares, Instagram reaccionó reconociendo el error y reactivó la cuenta de su madre. Al fin, el mundo virtual puede descansar tranquilo. Se ha hecho justicia. O algo así.