Agentes de la Policía de Investigaciones y de la Policía Federal allanaron este miércoles por la noche una vivienda de Nicaragua al 1100, en el extremo oeste de barrio Belgrano, y apresaron a un hombre de 31 años como el hombre señalado por haber ordenado el asesinato de Fabricio Zulatto, el joven cuyo cadáver apareció oculto en una letrina de un rancho de Génova al 2100.

Lo que orientó el rumbo de la investigación hasta este sospechoso fue las declaraciones de un arrepentido primero, y del presunto autor material después, quien está detenido. Lo sorprendente es que el supuesto instigador del crimen tiene otro resonante homicidio en su haber, por el que fue condenado a 13 años de prisión como autor material. 

El fiscal de Homicidios Adrián Spelta ordenó el allanamiento que finalmente se produjo pasadas las diez de la noche del miércoles en el hogar familiar de Andrés Soza Bernard, en Nicaragua y White, revelaron desde el Ministerio Público Fiscal. Los policías también hallaron drogas en el domicilio y arrestaron además a un hermano de Andrés.

Este muchacho, según la acusación, es el hombre que condujo el Volkswagen Gol Trend de Zulatto hasta estacionarlo y abandonarlo en Suipacha al 700, tal como se ve en una grabación de la cámara de videovigilancia en la cuadra.

A este hombre lo incriminó en el caso Zulatto un cartonero, José Luis G., quien fue demorado a priori y luego liberado. Este dijo que compartía la casilla de Génova al 2100, junto a la vía, con Omar M. con quien salía a cirujear regularmente. Agregó que "un tal Andrés" le prometió a su amigo 20.000 pesos para matar a Zulatto, porque éste le debía algo. 

Soza Bernard purgaba una condena de 13 años de prisión dictada en 2010 por la jueza de Sentencia Carina Lurati. El delito del que se lo encontró culpable fue el asesinato de Gabriela Nuñez, de 16 años, con quién él mantenía una relación amorosa paralela a su noviazgo. La investigación probó que el 5 de agosto de 2008 a la noche, Soza Bernard -quien por entonces era un estudiante de Ciencias Económicas, de 23 años- esperó a que la chica saliera de un instituto de enseñanza de inglés, en Sucre al 1100 y caminara hasta la calle San Juan para tomar el trole y volver a su casa. Pero él le disparó un balazo en la nuca. Lo incriminó de manera definitiva un mensaje de texto que Gabriela alcanzó a escribir antes a una amiga: "Andrés me quiere matar".

Por el tiempo transcurrido en prisión, antes y después de la sentencia, por el antiguo Código Procesal Penal, Soza Bernard gozaba hasta anoche de libertad condicional. Hoy, con la ley vigente, aquel crimen habría sido calificado como femicidio y no como homicidio agravado por el uso de arma de fuego.