Así como el paddle tuvo sus 15 minutos de fama en los lejanos 90s, casi en paralelo otro deporte que incluía paletas y pelotitas que rebotaban en las paredes vivió su época dorada: el squash. Entre fines de los 80s y principios de la década siguiente, esta práctica no paraba de sumar fieles y las canchas donde jugarlo se multiplicaban por diferentes puntos de la ciudad. En ese marco, se creó la Asociación Rosarina de Squash, que buscaba aglutinar a la creciente comunidad rosarina afín al juego.

Sin embargo, la espuma bajó y el squash se convirtió en un deporte de culto para cada vez menos interesados. Casi como una consecuencia, la ARS no cumplimentó los requerimientos legales como presentar balances o rubricar sus libros y, pasado un tiempo, perdió la personería jurídica. Ya entrados los años 2000, la Asociación dejó de existir como tal y el deporte se siguió practicando de manera atomizada en un puñado de clubes y gimnasios de la ciudad.

Pero desde hace cuatro años, un grupo de personas comenzó a dar pelea para reflotar el proyecto de la ARS, con el sueño de que el squash vuelva a brillar en Rosario y su masa de fieles jugadores vuelva a crecer. “Al ser un deporte amateur todo es a pulmón”, le cuenta a Rosarioplus.com el presidente de la Asociación, Fabricio Pretto. Tiene apenas 27 años y, por eso, no recuerda el technicolor del auge del squash en la ciudad. Sin embargo, junto a la comisión directiva que lidera, sueña con hacer crecer a este deporte cada vez un poco más.

En números

Según Pretto, en la actualidad hay alrededor de 250 rosarinos jugando al squash en cuatro lugares diferentes: el Club Pueyrredón (Pueyrredón 448), Procenter (San Martín y 9 de Julio), en Sonder (Montevideo y Chacabuco) y en el Club Rosarino de Pelota (San Luis 402). Además, el Club Policial (Entre Ríos 251) está construyendo una cancha. En tanto, la ARS tiene unos 60 socios, que hasta el 14 de agosto cumplieron con el trámite de reempadronarse, una de las tantas consignas que deben cumplimentar para volver a obtener la personería jurídica.

“Ahora tenemos que presentar la lista de socios y los balances de los últimos años en la Inspección General de Personas Jurídicas", indica. “Quisimos darle un marco más legal como asociación para poder acceder a otras cosas, como ir a una empresa a pedir donaciones, hacer algo a mayor escala”, explica Pretto.

Uno de esos anhelos es sumar más rosarinos que deseen practicar squash. “La idea es difundirlo, que se haga conocido en Rosario”, señala y reconoce que “cuesta aumentar el número de jugadores, el tema pasa por el desconocimiento que tiene la gente con el deporte”. “Ya hicimos acciones, creamos una escuela de mayores con clases gratuitas por un mes con lo que logramos atraer bastante gente”, recuerda.

Por qué sí squash

Según explica Pretto, el squash es un deporte “ideal para la gente que tiene poco tiempo”. “En muy poco tiempo se hace mucho ejercicio, pueden jugarlo dos personas por lo que no es tan complicado de organizarlo, es ideal para los ejecutivos”, asegura. 

¿Es difícil de aprender?, quiso saber Rosarioplus.com. “Es fácil entrar a una cancha y pegarle a la pelota”, responde sincero. Pero, siempre hay un pero: “Pelotear uno contra uno es fácil, pero lo que es complicado es mejorar, ir adquiriendo mejor técnica es complicado”, reconoce el presidente de la ARS. Será cuestión de intentarlo.