“Esto fue como una bomba, de las mismas características de Salta y Balcarce. Los mismos daños a las casas linderas. Por semejanza recuerdan a esas explosiones”, explicó aún perplejo el inspector de la Dirección General de Obras Particulares, el ingeniero Carlos Hyon minutos después de llegar a la zona de Alem al 2900 donde explotó una caldera de un laboratorio de suero fisiológico.

Las chapas dobladas como cartones desparramadas por toda la cuadra, también cascotes, ramas y polvo inundaron el Pasaje Dumont ante la conmoción de los vecinos. Inmediatamente los presentes recordaron la tragedia de Salta 2141, y aún más cerca la explosión de Balcarce 23 bis que dejó a una víctima fatal al explotar un calefón.

El ingeniero de Obras Particulares en un primer relevamiento comentó que paredes de 30 y hasta 45 centímetros de grosor se derrumbaron, lo que da muestras de la magnitud de la explosión. Una vivienda lindera quedó literalmente "partida a la mitad" y son incontables los daños que existen en otras propiedades. 

“Hay permanente olor, pérdidas, y son incontable las veces que los trabajadores que salieron corriendo por miedo a que explote el lugar”, afirmó un vecino.