Ante la preocupación por las magras partidas con las que este año deberán lidiar las universidades públicas, el presidente Mauricio Macri convocó este martes por la mañana a 17 rectores para escuchar sus reclamos. Tras el encuentro, el presidente anunció una ampliación del presupuesto de 500 millones de pesos "para afrontar costos de funcionamiento y obras". La cifra representa el 1% del total de dinero asignado para este 2015: “no alcanza para nada”, concuerdan los referentes gremiales.

Los números para este ciclo lectivo fueron aprobados por el anterior gobierno, en un escenario donde se proyectaba una inflación anual no mayor al 20 por ciento, un valor del dólar promedio anual de 11/12 pesos para diciembre de 2016 y un cuadro tarifario de los servicios públicos sin mayores modificaciones.

Se presupuestó un total de 51.946 millones de pesos, 27% más de la transferencia realizada en 2015 (39.000 millones). Las estimaciones que hacen en las casas de altos estudios es que ante el exponencial aumento de los costos operativos por la galopante inflación (20% en el primer cuatrimestre) y los incrementos en las tarifas (luz, agua y gas), las actuales partidas solo alcanzarán para cubrir los sueldos.

En la UBA, proyectan que el dinero alcanzará hasta agosto. Y en la UNR, hasta octubre. Para evitar este desfinanciamiento, Macri anunció un refuerzo presupuestario. “Estamos ampliando el presupuesto para acompañarlos en todos los costos de funcionamiento, e incluye la reparación y obras para que se puedan concentran en la tarea tan importante que tienen de preparar a los futuros líderes de la Argentina”, dijo en conferencia de prensa.

La evaluación de los gremios que nuclean a los trabajadores universitarios es que la nueva partida es “ínfima e insignificante” debido a que solo llega a cubrir el déficit operativo de 2 de las 55 universidades del país. “No alcanza para nada, estamos hablando de apenas un 1% de aumento.  Es necesario poner el anuncio en contexto”, reflexionó Laura Ferrer Varela, Secretaria General de COAD en diálogo con Sí 98.9.

En la misma sintonía se mostró Luis Tiscorni, secretario general de la Conadu Histórica a nivel nacional, quien calificó al anuncio como una “puesta en escena”.  “Esta nueva partida no resuelve el problema.  Es insuficiente desde todo punto de vista. Tengamos en cuenta que el contexto es un 25 % de inflación que sufrimos desde diciembre, que carcome los salarios y el presupuesto general de las universidades", analizó

Su reflexión es que si un país tiene que discutir y buscar alternativas para pagar la luz de las universidades está “comprometiendo su futuro educativo”. “Las complicaciones presupuestarias se dan en un marco de atraso de las paritarias y de suspensión de los convenios. El problema es de fondo”, concluyó

¿Cuánto dinero llegaría a la UNR?

La Universidad Nacional de Rosario tiene asignada una partida presupuestaria de 2.658 millones de pesos, lo que representa el 5% del total del presupuesto nacional. De repartirse los 500 nuevo millones con la misma escala que se aprobó a finales del 2015 (una instrumentación que aún no se detalló), la UNR va a recibir un refuerzo de 25 millones.

“Servirá para costear la luz y no mucho más”, graficó Ferrer Varela. Los primeros cálculos marcan que el nuevo fondo no va a repercutir en rubros (becas, obras, insumos) que quedaron muy desactualizados con la actual coyuntura macroeconómica.  

En el esquema inicial --en stand by con el ajuste--, las partidas para infraestructura alcanzaban 207 millones de pesos, de los cuales 45 millones iban a ser destinados a las obras del  Politécnico. Las 12 facultades y los institutos de la UNR, en tanto, iban a recibir 34 millones de pesos para mejorar y mantener sus instalaciones.

El ítem “bienestar estudiantil, becas y comedores”  dispondría de 33 millones;  “Ciencia y Tecnología” de 6 millones, mientras que 4,5 millones se utilizarían para las residencias de los servicios de salud.