El conflicto en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) por el escaso ofrecimiento salarial parece ser apenas la punta de un iceberg que abarca a toda la comunidad universitaria. Con el quinto mes del año en marcha, las proyecciones en las finanzas no son para nadas alentadoras. El presupuesto para el 2016 (elaborado en diciembre del año pasado) quedó totalmente desactualizado en la nueva coyuntura económica. Las estimaciones que hacen directivos, docentes y alumnos es que con la actual partida no se alcanzará a cubrir todos los gastos del año.

El desfinanciamiento presupuestario golpea a  todas las universidades públicas del país. Los números para este ciclo lectivo fueron aprobados por el anterior gobierno y sancionado en un escenario donde se proyectaba una inflación anual no mayor al 20 por ciento y un valor del dólar promedio anual de 11/12 pesos para diciembre de 2016.

Se destinaron 51.946 millones para todas las casas de altos de estudios, de los cuales 2.658 millones fueron asignados a la UNR, una partida con un incremento del 30% respecto a la del 2015 (2.007 millones).

La distribución del presupuesto se hizo el 23 de diciembre del 2015 en la última sesión del Consejo Superior. Se pensó en destinar el 91 por ciento a salarios (tras la crisis de 2001 se llegó a transferir el 98,5 por ciento a pagar sueldos) y utilizar el excedente en seguir reforzando rubros como infraestructura y becas.

En el esquema inicial, las partidas para infraestructura alcanzaban 207 millones de pesos, de los cuales 45 millones iban a ser destinados a las obras del  Politécnico. Las 12 facultades y los institutos de la UNR, en tanto, iban a recibir 34 millones de pesos para mejorar y mantener sus instalaciones.

El ítem “bienestar estudiantil, becas y comedores”  dispondría de 33 millones;  “Ciencia y Tecnología” de 6 millones, mientras que 4,5 millones se utilizarían para las residencias de los servicios de salud.

Con las actuales variables macroeconómicas (devaluación del 50 por ciento, inflación superior al 20 por ciento en el primer cuatrimestre y un brutal incremento en las tarifas de los servicios públicos), el incremento interanual del presupuesto de la UNR sólo alcanzará para cubrir sueldos.

Por el momento, ningún funcionario o directivo quiere abundar sobre las complicaciones operativas a futuro. Sin embargo, todas las fuentes consultadas por Rosarioplus.com auguran que “sin una actualización o un refuerzo”, en octubre se acabarían los fondos.

Las esperanzas están centradas en el segundo párrafo del artículo 12 de la Ley de Presupuesto 2016, que  prevé un incremento de 3200 millones de pesos para reforzar los gastos de funcionamiento y de la infraestructura para el apoyo a las carreras universitarias. No obstante, este refuerzo no parece ser una prioridad para el gobierno nacional.

“No sólo el presupuesto está desactualizado y devaluado en un 40%, sino que además tampoco están mandando la plata en tiempo y forma, la plata no está llegando a la UNR”, explica Laura Ferrer Varela, Secretaria General de COAD. Y agrega: “La partida de enero la mandaron el 30 de marzo y la de febrero 28 de abril. Todo llega a cuenta gotas”.

La dirigente gremial señala que ante este panorama hay algunas obras proyectadas paralizadas, como los techos nuevos del Politécnico o los dormitorios de la escuela Agrotécnica de Casilda. “Ni hablar de lo que es respecto a mantenimiento. Los no docentes nos dicen que no hay elementos de limpieza. Tampoco hay insumos básicos para los laboratorios, por lo que próximamente los estudiantes van a hacer los ensayos en un papel. Son pequeños ejemplos que hablan de este desfinanciamiento”, afirma

Para Ferrer Varela, las políticas del gobierno conducen a una “universidad arancelada”. “Esto no lo vamos a permitir ni los alumnos ni los docentes. Saldremos a pelear a la calle. Sacaremos los pizarrones y haremos visible la destrucción de la educación pública universitaria. Se está haciendo algo similar al feroz recorte que en su día hizo Lopez Murphy”, asegura.

La UBA, más complicada

La Universidad de Buenos Aires tiene la mayor cantidad de estudiante del país. A fin de año se le otorgó una partida de 8.689 millones de pesos: un aumento del 30%, que ya fue "absorbido" por la actualización de sueldos de la paritaria 2015 (la de este año sigue abierta, luego de que el Gobierno ofreciera un magro aumento del 15% hasta octubre).

Las autoridades de la UBA informaron que no está previsto un aumento en los gastos de funcionamiento, pese a los aumentos de luz (327%), agua (249%) y gas (143%). Solo en electricidad, se estiman que los gastos pasarán de 19 millones de pesos en 2015 a 84 millones este año. Pero la partida de "gastos operativos" se registra un irrisorio aumento: hubo 651 millones para 2015, y hay 660 millones para 2016.

El ajuste ya se siente en las obras de infraestructura. Hay muchos trabajos parados. Entre ellos, reparación de baños y ascensores en la Facultad de Exactas, el jardín maternal y la nueva aula magna de Arquitectura y Diseño, y el edificio de la Facultad de Psicología, además de las tareas edilicias en el Hospital de Clínicas.

“Si no hay una actualización, un refuerzo o no sale una ley del Congreso, va a llegar un punto en que la UBA no va a poder pagar los servicios públicos”, alertó Carlos Hernández, coordinador general de la Secretaría de Hacienda de la universidad. El funcionario calculó que los recursos sólo alcanzan para sostener los gastos de funcionamiento hasta agosto.

Reunión con Macri

Este martes por la mañana, el presidente Mauricio Macri, recibirá después de la reunión de Gabinete, a 17 rectores de universidades nacionales de todo el país para rediscutir el presupuesto de las casas de altos estudios durante este año.

El encuentro con el presidente, que se concretará cerca de las 9, viene precedido de una reunión de trabajo que los rectores mantuvieron el jueves pasado con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Educación, Esteban Bullrich, sobre el presupuesto del ejercicio 2016 en las universidades públicas.