El deporte mundial está parado casi en su totalidad. Desde el inicio de la pandemia, las redes muestran las glamorosas cuarentenas de las super estrellas del fútbol y otras disciplinas, que en sus enormes casas continúan con los entrenamientos a la espera de poder regresar a la rutina habitual. También en Rosario son noticia los equipos de Primera División dispuestos a aceptar rebajas salariales, pero bien diferente es la realidad de los clubes de ascenso, donde un ajuste en los ingresos (tanto para jugadores como instituciones) significa quedar en cero.

Central Córdoba y Argentino son eternos rivales pero desde hace años viven realidades parecidas. Juegan en la cuarta y quinta categoría del fútbol argentino respectivamente, con ingresos escasos y siempre necesitados de aportes externos para salir adelante. Para el Charrúa y el Sala, el parate obligatorio es un pelotazo en contra.

Juan Manuel Casini es capitán del equipo de Tablada. Aislado, desde su Serodino natal, contó a Rosarioplus.com que los sueldos del plantel "no se tocaron" y que Central Córdoba como institución "está haciendo todo lo posible para poder cumplir".

La realidad en la Primera C es que la mayoría de los salarios no son desorbitantes ni mucho menos, y en algunos casos están por debajo de lo que percibe, por ejemplo, un empleado de comercio. Por eso el defensor analizó que "pedirle un ajuste a algún jugador de la cuarta categoría del ascenso sería injusto" y opina que "la solución va a tener que venir desde arriba, con algún apoyo por parte del gobierno".

"Vamos a necesitar ayuda todos, la sociedad en general. En el caso nuestro en particular, imagino que va a haber algún moviiento para que los grandes puedan darle una mano a los clubes más chicos", se esperanzó el zaguero de 33 años formado en Rosario Central.


Los entrenamientos en casa también son bien diferentes. En casi ningún caso hay mancuernas, cintas de correr ni bicicletas fijas; mucho menos espacio físico suficiente para tocar la pelota. Casini contó que el plantel de Central Córdoba se las arregla "con una rutina que manda el profe semanalmente, una para los que tienen un poco más de lugar y otra para los que no tienen ni siquiera un pedacito de patio. Se hace difícil".

El llamado entrenamiento invisible es otro tema: "La gente come más, consume más alcohol. La cuarentena se presta, es lindo pasatiempo comer algo con tu familia, pero en nuestra profesión hay que tener mucho cuidado con la dieta". Casini y el plantel charrúa entienden que "volver con unos kilos de más" puede ser un gran problema, por eso hacen el esfuerzo para no caer en la tentación aunque a veces no sea tan sencillo.

Dirigentes laburantes

Argentino juega en la Primera D, la última categoría del fútbol argentino. No hay contratos ni empleados; los jugadores cobran un viático por partido. Diego Bozitkovic, tesorero del club, lo explicó en pocas palabras: "Los jugadores son amateur y los dirigentes también, y en nuestra comisión directiva hay gente que la pasa mal".

En el Salaíto intentan tejer una red que alcance a todos, y no paran de agradecer la gestión temprana del presidente de la AFA. "Gracias a 'Chiqui' Tapia se cobró la cuota de televisión que correspondía a este mes (el ingreso más importante para Argentino), y con eso más otros aportes de dirigentes se pagaron algunos partidos y hoy no se debe nada al plantel. También se afrontó el pago del cuerpo técnico", remarcó el tesorero.

Si surgen inconvenientes y algún jugador necesita ayuda "estamos atentos a ver qué mano podemos dar", amplió.

Por estos días, el club de barrio Sarmiento reparte entre el plantel algunos de los bolsones que llegan desde el Banco de Alimentos Rosario, como también lo hace con las familias que viven en la zona del Polideportivo. "Son alrededor de 30 por semana, aunque ya hay una lista de por lo menos 15 familias mas que lo están pidiendo", reveló Bozitkovic.

Los dirigentes también están atentos a darse una mano entre pares, en "la parte que muchos no ven", contó el tesorero del Sala. "En una comisión como la nuestra hay de todo; profesionales, los que tienen un microemprendimiento y un albañil que hace un mes no puede laburar. A veces no se tienen en cuenta que los dirigentes también somos amateur, acá no hay ningún D'Onofrio o Ameal", concluyó.