El pibe de 15 años apuntado como el sicario que asesinó en marzo a los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano, y luego al empleado de estación de servicios Bruno Bussanich reveló en su declaración, luego de haber sido detenido, que quienes lo contrataron para cometer esos homicidios luego le sugirieron que se entregara y que incriminara como instigadores a dos personajes de una organización rival a la que le disputan territorio en zona sur, en los barrios Tiro Suizo, Las Delicias y Villa Flammarion. 

DMG es el adolescente y uno de los protagonistas de la trama criminal que se ventiló este martes en el Centro de Justicia Penal, donde los fiscales Adrián Spelta, Patricio Saldutti y Franco Carbone imputaron ante la jueza Paula Alvarez a cinco adultos por homicidio doblemente calificado, intimidación pública, coacciones agravadas por involucrar además a menores de edad

Este joven cumplió el encargo de matar “a un empleado cualquiera de la estación de servicios Puma, de Mendoza y Ravignani", tal como un preso –él dijo que era Claudio “Morocho” Mansilla– le ordenó que hiciera, a cambio de $400.000. 

La víctima que resultó por azar fue Bussanich, de 25 años, empleado en ese surtidor de zona oeste. 

Luego de haberse ocultado en los días posteriores al crimen, y a los otros dos anteriores, mientras Rosario estaba paralizada en transporte y expendio nocturno de combustible por el terror que generó esa espiral de violencia, a DMG lo citaron en Anchorena 1574 para pagarle el crimen cometido. Fue Macarena Muñoz, una de las 5 personas imputadas, quien le pagó el dinero que de inmediato tuvo que ceder al marido de ella, Gustavo Márquez, en resarcimiento por una moto que éste le había prestado y que la policía le secuestró.

“Ahí Macarena me dijo que me entregue, que total saldría enseguida porque soy menor, y que dijera que me mandaron a hacer eso Brandon Bay y Fernandito Morel. Llamó a Brenda (Pared, pareja de Alejandro Núñez, principal imputado) y ella me apretó por lo mismo. Que me iba a pagar un abogado conocido, que le iban a dar plata a mi mamá. Yo dije que no me iba a entregar”, declaró DMG.

Brandon Bay y Fernando Morel, los aludidos, son referentes de una banda vinculada a Los Monos, y en su momento le disputaron a Núñez (alias Chuky Monedita) el mismo territorio barrial para el narcomenudeo. Bay se hizo fuerte al conseguir de ese clan criminal la autorización para distribuir drogas en búnkeres de San Lorenzo y Capitán Bermúdez.

Ambos están presos. Bay, de 26 años, tiene en su prontuario cinco homicidios y siguió dirigiendo sus negocios desde prisión. 

Como DMG se negó a entregarse, otro menor apodado Matute (hermano de Macarena) lo llevó hasta un domicilio de Lamadrid y Presidente Roca y lo conminó a esperar. “Me llevó a la casa de C.N.T. (otro adolescente implicado en los crímenes) para que me guarde. Matute lo apretó al padre de CNT para que me aguante, pero él me dijo que me vaya porque me iban a obligar a que me entregue”, declaró. 

Finalmente, DMG cayó detenido en una redada policial días después.