Esteban Paulón es el único candidato abiertamente gay y activista por los derechos LGBT+ que encabeza una lista en todo el país. De los 25 distritos y miles de listas, el socialista es el único. Sabe que el Congreso que se viene no es representativo de la sociedad que él quiere representar, pero sí apuesta a ocupar una banca para “frenarle el carro a los que vienen por nuestros derechos”. “Yo milito desde los 15 años en el Partido Socialista. Voy al Congreso con la agenda de la diversidad y el feminismo, pero me voy a menter en todos los temas que pueda, porque tengo una visión del mundo que no se circunscribe a mi sexualidad”. 

Paulón fue el primer funcionario provincial en un área de diversidad: la Subsecretaría de Diversidad Sexual, creada por el entonces gobernador Miguel Lifschitz. Durante su gestión, asegura, recorrió todos los rincones de la provincia. Ahora volvió a las rutas, pero en campaña, buscando cada uno de los votos que le falta para ocupar una banca en el Congreso de la Nación. “Tenemos que crecer para lograr la banca. Eso se hace pateando el territorio, hablando con la gente y asumiendo también un compromiso. Tal como hice con la gestión. Cuando asumí en diversidad mi objetivo fue, siendo representante de un colectivo, salir de la función pública y poder caminar tranquilo por una Marcha del Orgullo después de cuatro años de gestión. Volví, y sin ningún problema".

- ¿Cómo venis llevando la campaña? 

- Hace 30 años que milito en el partido y es la primera vez que encabezo una lista. Es una experiencia nueva, por un lado, pero por es cierto que como funcionario le di varias vueltas a la provincia, aunque en otro rol: era más para gestionar, resolver temas, encontrarme con organizaciones, participar en eventos. Esto es bien distinto. Pero la verdad es que mucha gente se acuerda de lo que hicimos. Y eso es muy gratificante. Yo creo que es muy importante con esta elección, porque si bien está casi todo centrado en la candidatura presidencial,  también se eligen diez diputados y diputadas nacionales y casi no hay candidatos a diputados recorriendo la provincia. Somos porquitos. Uno tiene la sensación de que muchos de esos candidatos y candidatas lo que están esperando es llegar a una banca tirados de la sábana de candidato a presidente, básicamente porque es más fácil. Yo sé que nosotros tenemos una candidatura que es más compleja, según los resultados que salieron en las Paso, y que tenemos que crecer para lograr la banca. Eso se hace pateando el territorio, hablando con la gente y asumiendo también un compromiso. Tal como hice con la gestión. 

- Sos un referente de la diversidad y como diputado tendrías que trabajar en cuestiones mucho más generales. ¿Cómo te sentís en ese rol? 

-  Yo empecé militando y no estaba fuera del clóset, no tenía resuelta mi sexualidad y empecé militando más vinculado a temas juveniles. Yo militaba en Empalme y Ludueña. Laburé con Pocho Lepratti, con el padre Montaldo, con el Barón, con otros compañeros. Me metí en lo LGBTI después de salir del clóset, a los 21. Por lo tanto, mi primer formación política siempre fue más amplia. En 2007 tuve la enorme posibilidad de ser el Secretario Parlamentario del Bloque Socialista en el Congreso de la Nación, convocado por Silvia Ausburguer. Me tocaron los dos años más intensos de los últimos años de la Legislatura de Argentina, porque fueron los años de la 125, estatización de Aerolineas y las AFJP, la AUH, todo. Y ahí te convertís en un generalista. Funcionario fui muy poquito: de 30 años de militancia, seis años. El resto siempre fui empleado o militante. O ambas al mismo tiempo.

- Pensando en lo generalista, ¿todos los temas tienen una perspectiva de género o de diversidad?

- Creo que sí. Por mi formación y también por la formación que he tenido en el colectivo, que complementa mi formación política previa, entiendo que hay un sistema cisheteropatriarcal que ha determinado una división sexual del trabajo, de las tareas, de las expectativas, de los imaginarios, y eso rige el mundo. Entonces todo es perspectuva de género. Yo quiero ir a la Cámara de Diputados de la Nación para trabajar en proyectos que ataquen las desigualdades y no es que las desigualdades perjudican a los varones heterosexuales y de cierto registro hegemónico, sino todo lo contrario. Hay un impacto en todos los temas, aunque no parezca. Y después hay proyectos específicos.

- ¿Cómo te sentís en un contexto donde gane quien gane la elección presidencial definitivamente el futuro es mucho más extremo y violento?

- Es uno de los principales incentivos para llegar al Congreso. A mí me tocó como activista empujar leyes que le cambiaron la vida a muchas personas, como la Ley de Matrimonio Igualitario o de Identidad de Género. Yo estuve ahi. Siento que si como activista puede hacer eso, como diputado voy a tener más posibilidad de hacer más cosas y creo que es un momento donde son necesarias nuestras voces, que tiene que haber voces activistas. Eso es una de las cosas que más me motivan de decir bueno, ¿por qué debiera ser diputado? Porque quiero estar ahí para sentir que por lo menos contribuyo a parar el carro a esta gente que viene por los derechos.

- ¿Cómo te imaginas tejiendo las alianzas en el Congreso que viene?

- Yo me veo en el Congreso sentado en la banca, al lado de Mónica (por Mónica Fein), tejiendo alianzas con los sectores con los que compartimos ideológicamente, con los que compartimos principios, que no son ni solo peronistas, ni solo radicales, ni solo Coalición Cívica, ni solo Pro. Y lo que no vamos a estar nunca con los que quieren derogar derechos. Ahí no tenemos nada que hacer. 

- ¿Y cómo ves al balotaje? 

- Con otros sectores podemos tener diferencias mayores o menores, más o menos insalvables, y hay uno con el que no tenemos nada en común. Entonces si llegamos a un balotaje y una de las opciones es Milei, creo que habrá una opción no democrática y habrá otra opción democrática que nos gustará más o menos, con la que tenemos más o menos simpatía. Ahí no podes ser indiferentes. Ahí no cabe la indiferencia y nosotros ya nos expresaremos en su momento. Pero la opción es la democracia. 

-  ¿Te sentís cómodo con Schiaretti?

- Total, vos sabes que sí. 

- ¿Se conocían de antes? 

- No lo conocía antes. Nos conocimos  cuando vino a Rosario poquito después de lanzar su campaña. ¡Yo me quería morir! Pensaba en él: un gobernador, de otra generación, y aparte cordobés. Pensás que seguro es conservador. (Se ríe) Yo decía "¿qué pensará este tipo? ¿Le habrán dicho que encabeza un trolo?? (Se ríe). Pero la verdad es que conocí a una persona que tiene una historia militante impresionante y muy generosa. Es un tipo comprometido, un tipo que también se vinculó con el mundo privado. YTenemos un vínculo muy lindo, muy cercano, de conocernos de a poco cada vez más. Yo no lo conocía y, sinceramente, podemos tener matices en algunos temas, sobre todo en algunos temas vinculados a cuestiones económicas, pero en el trazo grueso es un tipo que cuando se dirige al gobierno militar habla de la dictadura genocida. Así como Milei eligió negar los 30.000 en el debate presidencial, él eligió iniciar su participación en derechos humanos reivindicando su propia lucha política, su propia militancia política. Y en lineas generales, siempre da el enfoque de primero la inclusión y las oportunidades. Y yo la verdad que sí, me siento muy cómodo.

- ¿Cómo te sentís con el panorama que se está armando en la provincia?

- Con expectativa. Desde el Partido Socialista entendimos que frente al gobierno de Perotti, que fue un gobierno que retrocedió en todos los los aspectos de la provincia, teníamos la posibilidad de ir solos o en un espacio más pequeño, más testimonial o ser parte de un espacio que se parece mucho al Frente Progresista, que incorpora otros actores que no tienen tanto que ver, pero con una coincidencia principal, que era cerrar el ciclo Perotti en Santa Fe y avanzar hacia otro modelo. Eso era importante. Fuimos a ese espacio con candidaturas propias y perdimos, pero acá estamos. Y eso nos da la libertad de plantear diferencias. Evidentemente el socialismo sigue, vamos a un bloque único de 14 diputados y diputadas socialistas, y además logramos incidir en el Gobierno. Estamos dando la pelea. Pero bueno, también habrá que ver cómo sigue esto después de diciembre a nivel nacional, que también va a implicar reacomodamientos, sobre todo del espacio de Juntos por el Cambio. 

- ¿Qué pensas de la decisión de Pullaro de dar de baja el Minisiterio de Igualdad, Género y Diversidad? 

- En la gestión de Lifschitz se creó la Subsecretaría de Género y Diversidad Sexual. Cuando se creó el Ministerio, lo que es específico de diversidad sexual se degradó a una dirección, no fue más subsecretaría. Pero sí se creó una institucionalidad que, obviamente, a priori estamos de acuerdo en que continúe. Si bien la decisión política del gobernador electo es que no continúe, sí vamos a reclamar que todos los recursos, personal y programas tengan continuidad, obviamente, porque cuando se logra institucionalidad, al menos en lo nominal, se incrementa el presupuesto y la estructura. Con la institucionalidad sola no alcanza, porque la verdad que la gestión fue bastante deficiente, o por lo menos es la sensación que tiene la comunidad. Entonces te cuesta un poquito más defenderlo. Pero nosotros vamos a defender que los programas continúen.