El comienzo del fin de semana veraniego devino lleno de nubes y con ganas de tormentas aisladas y algún que otro viento del este.

Aunque pareciera inestable las temperaturas se mantienen intermedias, con una mínima de 20 y una máxima de 27 grados que convocan por lo menos a hacer los planes previstos sin levantar demasiado la perdiz ya que la lluvia amaga a la vuelta de la esquina.

Con una humedad del 75 por ciento, las nubes vinieron para quedarse todo el sábado.