Una familia de barrio Sarmiento, en zona norte, tuvo hace unos meses una decisión solidaria cuando, en abril, montó en Pacheco y Echesortu (avenida Sabin y Sorrento) un comedor comunitario que apenas empezó ya recibía a unos 70 vecinos para almorzar y merendar durante cuatro días a la semana.

Así arrancó la iniciativa del comedor y centro cultural Dorita, nombre impuesto en honor a la mamá de uno de los fundadores, Fabricio Vijande. Lejos de buscar ser un espacio de caridad, intenta paliar las necesidades primarias del barrio para en paralelo mejorar la cultura del trabajo y el estudio.

De esta forma, en el Dorita se alfabetiza, se enseñan oficios, se brinda apoyo escolar, y ante el aumento de la cantidad de familias en los pocos meses que lleva abierto, se vieron en la necesidad de más manos que ayuden: “Recibimos donaciones de vecinos, pero somos apartidarios y no nos ayuda ningún gobierno, por lo que se necesitan todo tipo de alimentos no perecederos y carnes, así como ropa, muebles, electrodomésticos y juguetes”.

Además de esta faceta como centro de recepción y distribución de donaciones, y comedor, está la propuesta cultural: “Contamos con algunos talleres, con una biblioteca y un espacio para taller de cine para los chicos. Pero también buscamos que se sumen personas que quieran enseñar música, dibujo, zumba, otros oficios, así como también que colaboren profesionales de la salud como psicólogos, psicopedagogos y médicos que hagan chequeos generales”.

Fabricio también precisó a Rosarioplus.com que el predio cuenta con un terreno de 10x10 metros, que se busca utilizar para enseñar a los vecinos a crear una huerta, para que puedan replicar en sus casas con semillas del INTA, y comer o vender con lo cosechado.

Cada lunes, martes, jueves y viernes, de 8 a 13, ocho vecinas del barrio colaboran cocinando para las 400 personas (98 familias compuestas por hijos, padres y abuelos) inscriptas actualmente, pero Vijande precisó que “vendría bien más manos, así como gente que prefiera sumarse pintando las paredes u otras colaboraciones”.

Esta familia comenzó con el sueño de ese espacio hace años. “Hace tiempo colaborábamos como voluntarios en un comedor que cerró porque su dueña falleció”. Para abrirlo, Fabricio vendió sus dos autos, alquiló un galpón que reacondicionó durante el verano pasado, y en septiembre tiene planeado ampliarlo con una cocina en la misma cuadra.

Aunque al abrir Fabricio supuso que la Municipalidad iba a colaborar, “contábamos con un subsidio del comedor anterior, pero después me dijeron que no hay presupuesto”. Pero el espacio crece ante la adversidad "con las donaciones de muchos vecinos, y busca crecer más para sacar a los chicos de la calle y construir desde la cultura barrial".

El comedor y centro cultural Dorita necesita

  • Voluntarios, profesionales de la salud, personas que quieran enseñar su arte u oficio.
  • Ropa, calzado, juguetes, libros, muebles o electrodomésticos.
  • Todo tipo de alimentos no perecederos ( fideos, lentejas, polenta, arroz, puré de tomates)
  • carnes de cualquier tipo (hay freezer para almacenar).

Se puede donar los días lunes, martes, jueves y viernes de 13 a 18 en Pacheco 657 o llamar a Facundo Vijande 155988897. Facebook: Comedor Dorita