Este jueves, un grupo de trabajadores del sanatorio de los Nuevos Ayres cortó el tránsito en Avenida Pellegrini para reclamar por sus puestos en peligro. Advirtieron que son 108 las familias que podrían quedarse en la calle si finalmente Pami no da marcha atrás en su decisión de quitar las cápitas destinadas a ese centro de salud.

Durante la protesta frente al sanatorio, en Pellegrini al 1300, el secretario adjunto de Atsa Rosario, Marcelo Liparelli, manifestó que “estamos muy preocupados por la situación laboral ante la decisión de Pami”.

Liparelli, señaló además que las partidas representan “alrededor de 3 millones de pesos y el 80 por ciento de la facturación; con el resto no se pueden pagar ni siquiera los sueldos. El sindicalista sentenció: “prácticamente es condenar a la institución al cierre”.

Según Antonio Bernabá, administrador del efector, la sanción impuesta por la obra social de jubilados esconde la decisión de favorecer al Hospital Italiano, recientemente reactivado.