Hace casi un año, Michael Schumacher sufrió un golpe fuertísimo mientras esquiaba y quedó al borde de la muerte. Tras estar mucho tiempo en coma, pudo volver a su casa, pero hoy esa no es la mejor imagen que se tiene del expiloto de Fórmula 1 multicampeón.

"Está mejor, pero todo es relativo. Se encuentra en una silla de ruedas, paralizado y con problemas de memoria. Además no puede hablar", contó el ex piloto francés Philippe Streiff, una de las últimas personas que lo visitó, según consignó el diario Marca.

Luego de nueve meses en cama hospitalaria, la recuperación la deberá tratar desde su hogar, acondicionado con los requerimientos para su avance. Aunque desde el círculo íntimo aclaran no saber cuánto tiempo le llevará.

El alemán puede comunicarse con sus familiares pero sólo con la mirada. "Estar junto a la familia va a permitir que se recupere más rápido, pero será difícil", afirmó Streiff.