El 30% de los nuevos diagnósticos de VIH en la Argentina se realizan en forma tardía, mientras que un 13% de las personas que viven con el virus lo desconoce, por lo que organizaciones y especialistas recomiendan realizarse el test ya que "cualquiera que tenga relaciones sexuales puede contraer el virus" y los tratamientos permiten una buena calidad de vida y pueden evitar la transmisión, informaron desde la Fundación Huésped en este miércoles 30, cuando se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.

En este marco, en Rosario se realizarán tests en forma gratuita en el Parque Independencia, frente al laguito, de 9 a 18; en el Policlínico PAMI (Sarmiento 373) de 8 a 14; y en el playón Parque España, de 17 a 20. Asimismo, también se realizarán análisis el martes 6 de diciembre en el Policlínico PAMI II (Augusto J. Olivé 1159) desde las 9. 

Por su parte, los equipos del Programa Municipal de VIH, ITS, y Hepatitis Virales dependiente de la Secretaría de Salud Pública de Rosario realizarán pruebas de detección en los siguientes lugares:

- Miércoles y jueves: en el CEMAR (San Luis 2020), de 9 a 13.

- Miércoles y jueves: en el hospital Carrasco (bulevar Avellaneda 1402) consultorio 11, de 11 a 16.

- Jueves: en el Centro de Salud Las Flores (Flor de Nácar 6983) de 9 a 17.

Además, el jueves de 19 a 21, en San Luis y Moreno, la Municipalidad junto a Organización Familiares Enfrentando el Sida (OFES) realizarán la tradicional Ceremonia de las Mantas y luego un espectáculo musical con la presencia de los siguientes artistas: Roberto Valentin, Cecilia Petrocelli, Marcelo Maraghello, Marianela Morelli, Claudia Degiorgi Benuzzi, Claudia Iannelli, Domingo José Galvano (Dome) y May Sax.

Los números

Según datos epidemiológicos, en la ciudad de Rosario, cerca de 1.500 personas reciben a través del Sistema de Salud Pública tratamientos antirretrovirales provistos desde nivel nacional. Además, se estima que en Rosario entre 6.500 y 7.000 personas viven con VIH, de las cuales entre un 15 y un 20% no sabe de su condición. La tasa de notificación ha registrado un discreto aumento en años recientes, especialmente entre mujeres, tal vez reflejando efectos complejos de la pandemia de coronavirus que sufrió el país.

Llegan tarde

En la Argentina, el diagnóstico tardío se define como aquel que ocurre cuando una persona se encuentra en una situación sintomática, con o sin criterio definido de Sida y/o con un conteo de CD4 (unas células del sistema inmunitario que alertan ante la presencia de patógenos) menor a 200.

"Llegar a un diagnóstico en forma tardía no implica que el cuadro no pueda revertirse, pero puede ser mucho más complicado. El énfasis está puesto en el testeo porque en la actualidad existen tratamientos que permiten que las personas tengan una muy buena calidad de vida", indicó Diego Salusso, médico e investigador de la Fundación Huésped.

Cuando el tratamiento se respeta adecuadamente permite controlar el virus a valores de carga viral indetectables, aportando un beneficio no solo individual, sino colectivo, al evitar la transmisión por vía sexual.

"La evidencia científica sobre lo que se denomina Indectable=Intransmisible (I=I) ya es clara. Esto lleva a fijar objetivos a nivel mundial para poner un freno a la pandemia de VIH. Para 2030 el mundo se ha propuesto que al menos el 95% de las personas con VIH sepan que lo tienen; que el 95% de éstos accedan al tratamiento y que el 95% de quienes toman la medicación tenga su carga viral indetectable", dijo Salusso. En este contexto, conocer que se tiene el virus es el primer paso.

"Lo que vemos es que en ocasiones se pierden situaciones de contacto con el sistema de salud que podrían ser importantes para el diagnóstico, porque algunos médicos no tienen incorporado el ofrecimiento del test como parte de los controles de rutina", advirtió.

En la misma línea, Raúl Mejía, jefe del Departamento de Medicina Ambulatoria del Hospital de Clínicas, señaló que se recomienda ofrecer el test a todas las personas sexualmente activas porque "el tratamiento hoy prolonga la vida".

Más allá de las estadísticas, en el consultorio se observa que la percepción del riesgo en las personas mayores es inferior que en el resto de la población respecto a la posibilidad de infección por VIH. "Ni el paciente ni el médico muchas veces consideran que puede tener el virus por el prejuicio de que no tienen una vida sexualmente activa", sostuvo Mejía.

Salusso señaló que a medida que aumenta la edad crece el porcentaje de personas que llegan tarde al diagnóstico; y a la vez, las personas mayores están teniendo cada vez más casos por distintos factores. "No están acostumbrados al uso de preservativo, no tienen percepción de que están en riesgo, forman nuevas parejas al separarse o enviudar", describió.

Enfermedades silenciosas

"El test de VIH no se pide sólo, cuando se solicita desde la consulta médica se lo tiene que hacer junto a otras enfermedades de transmisión sexual como sífilis, hepatitis B y C y en el contexto de un diálogo con el paciente; esto debería suceder en realidad con todos los estudios que uno indica, siempre habría que decirle a la persona que consulta qué se le está pidiendo y por qué", apuntó Mejía.

En relación al pedido de estudio de otras enfermedades, un informe de Onusida estableció que la coinfección por hepatitis C y VIH se registra en todos los grupos de población clave con mayor riesgo de infección por VIH y, dentro de ellos, en las personas usuarias de drogas inyectables. Esto se debe a la facilidad con la que ambos virus se transmiten por el contacto con sangre contaminada al compartir instrumental cortopunzante no esterilizado.

La hepatitis C puede no dar síntomas, pasando desapercibida durante décadas, mientras va dañando el hígado y pone en riesgo la vida. Además, la evolución a cirrosis es más rápida entre las personas que viven con coinfección por VIH.

Las enfermedades hepáticas se han convertido en una causa de muerte importante entre las personas que viven con el VIH coinfectadas por el virus de la hepatitis B o C.

El test es un derecho

En Argentina los testeos son seguros, confidenciales y gratuitos, y la nueva Ley nacional N° 27.675 de respuesta integral al VIH, hepatitis virales, otras infecciones de transmisión sexual y tuberculosis, que se aprobó este año, sigue garantizando la confidencialidad de los test que pueden realizarse sin orden médica.

Por otra parte, en el artículo 16 de esa Ley se establece la obligatoriedad del ofrecimiento de la prueba diagnóstica del VIH y las hepatitis B, C y otras ITS en las “consultas de las especialidades establecidas por la autoridad de aplicación”.

El ofrecimiento debe ir acompañado de información científica pertinente y actualizada acorde al grado de autonomía progresiva y al contexto sociocultural.

Por otra parte, el personal de salud está obligado a ofrecer la prueba de VIH, hepatitis B y C y sífilis a las personas gestantes, en cumplimiento de la ley 25.543, ampliando sus alcances al período de lactancia y a sus parejas sexuales.

Además de los hospitales y centros de salud, existen en el país cientos de lugares donde se pueden realizar test rápidos.

En relación a los tratamientos actuales, Salusso recordó que "hay una evolución importante desde el inicio en el que no había nada para dar, luego el AZT y a mediados de los 90 los antirretrovirales que permitieron que la enfermedad dejara de ser mortal".

"En aquel momento eran muchas pastillas (lo que se llamaba vulgarmente cóctel) con varias tomas por día y con muchos efectos adversos; en la actualidad esto cambió drásticamente; la mayoría de los tratamientos son combinaciones de dos o tres medicamentos y vienen en un sólo comprimido que se administra con una toma diaria", indicó.

También hay nuevos tratamientos inyectables, que se administran cada uno o dos meses, y que fueron recientemente aprobados en Europa y EEUU, aunque aun no están disponibles en la Argentina.