La falta de energía es un problema que se repite en cada verano. El exceso de demanda en los tendidos eléctricos suele generar inconvenientes que hacen que más de un usuario se quede sin el suministro. A veces con cortes sorpresivos, otras veces con cortes programados. Siguiendo el dicho que afirma que "es mejor prevenir que curar", van una serie de recomendaciones necesarias en esta época del año.

Los consejos apuntan a el cuidado y conservación de los alimentos, algo que se complica sin el servicio de luz y que puede llegar a poner en riesgo la salud.

Recomendaciones por si te quedás sin luz

  • Abrir lo menos posible la heladera.
  • Revisar que el cerramiento de la heladera (burlete) esté en buenas condiciones, ya que su deterioro contribuye a la pérdida de frío.
  • Limitar la compra de alimentos perecederos que necesiten ser refrigerados.
  • Tratar de reemplazar los alimentos perecederos por otros no perecederos (por ejemplo, usar leche en polvo en vez de leche fluida).
  • Extremar cuidados con el consumo de todo tipo de carne (vaca, pollo, pescado). Hay que cocinarlas muy bien y en forma completa. Si la carne perdió la cadena de frío desecharla, aunque conserve su color y olor (la proliferación de bacterias se produce antes de que esas características se modifiquen).
  • Los alimentos conservados en el “freezer” deben revisarse antes de su consumo. Si se observa descongelamiento (cajas mojadas, ablandamiento, presencia de cristales de hielo), consumir los productos en el momento. Nunca se debe volver a congelar algo que ya se descongeló.
  • Ante la duda, evitar el consumo de los alimentos que hayan permanecido más de dos horas por encima de la temperatura de conservación recomendada.