El presidente Alberto Fernández anunció este viernes la continuidad del aislamiento social, preventivo y obligatorio hasta el 26 de abril inclusive. Pero habló de una cuarentena "liberada" para determinados "lugares o actividades" que será evaluada entre el gobierno y los gobernadores de las provincias y quedará formalizada en un Decreto de Necesidad y Urgencia, que será firmado este sábado. 

Sin embargo, los rosarinos no llegaron ni siquiera a ilusionarse. El presidente aclaró enseguida que las grandes ciudades no estarán contempladas en "la apertura administrada".

"Hay pueblos del sur de la provincia de Buenos Aires que están alejados del problema, otros que no. Lo que todos recomiendan es ver cada caso en concreto" consideró. 

Además, aseguró que hay que "ver cómo ha sido la llegada de personas del exterior, ver cómo es el contacto de la gente de ese pueblo con otros, ver la proximidad de un foco infeccioso".

Fernández sostuvo con contundencia que las grandes ciudades no podrán levantar la cuarentena. "Buenos Aires, Rosario, Córdoba, no pueden levantar la cuarentena porque viven situaciones parecidas entre las ciudades y la población que las rodea. Debe haber otras Tucumán, Santiago del Estero, Mendoza" enumeró.

Y agregó: "Son casos donde el relajamiento es imposible".

Por último, expresó su deseo de "escuchar a los gobernadores". "Me importa mucho su opinión. El otro día cuando hablamos todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de continuar la cuarentena" concluyó el presidente.