La semana arrancó con un día agobiante. A la carga de volver a la rutina un lunes después del finde extra large, se sumó un calor insoportable que va tomando fuerza a medida que pasan las horas.

Mientras el termómetro rompía el techo de los 35 grados, y el viento del oeste soplaba como el aliento de un dragón con acidez, los rosarinos trataban de escaparle al calor encerrándose en espacios con aire acondicionado y, los más afortunados, sumergiendose en alguna pileta o en las marrones aguas del Paraná.

Eso sí: lo más importante es mantenerse hidratado y tratar de comer alimentos frescos y livianos. ¿No sabes qué? El Ministerio de Salud de la provincia, a través de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), dio una serie de recomendaciones para el consumo diario de alimentos en días de calor insufrible.

El secretario de la Assal, Raúl Samitier, recordó que “el verano es una época en la cual el cuerpo pide comidas ligeras y frescas ya que atrás quedaron los meses de invierno y las demandas de alimentos con alto contenido calórico para afrontar las bajas temperaturas”.

En ese sentido, destacó la importancia de “las ensaladas, tanto de hortalizas como de frutas, por poseer un gran contenido de agua -algunas de ellas aportan entre 80 % y 95 % del total de su peso, como el caso del pepino, el melón, el pomelo, la naranja, la lechuga, el tomate, el apio, entre otras-, lo que las hace atractivas por su bajo aporte calórico”.

Por su lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo mínimo diario de 400 gramos de frutas y hortalizas (excluyendo las papas y las hortalizas feculentas), que en medidas caseras equivalen a cinco porciones.

Ejemplos de una porción:

  • Una unidad chica o media unidad grande de manzana, naranja, pera, banana
  • Una taza de ensalada de frutas o frutillas
  • Dos rodajas de durazno al natural
  • Media taza de los siguientes vegetales cocidos: zapallitos, berenjenas, chauchas, remolacha, acelga, tomate, cebolla
  • Media taza de vegetales crudos picados
  • Una unidad mediana de papa, batata o choclo o media taza de puré

Para poder aprovechar todos estos beneficios nutricionales es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Consumirlas preferentemente frescas, enteras y, cuando sea posible, con su cáscara
  • Si se las va a cocinar, que sea mínimo el tiempo de exposición al calor
  • Si se preparan con ellas jugos, se deben tomar inmediatamente
  • Elegir, preferentemente, las de estación y priorizar las que son de producción local
  • Comenzar los días con una fruta fresca o un jugo de frutas
  • Aumentar el tamaño de la porción de las verduras que se comen habitualmente
  • Dejar visible una frutera, así siempre están cerca y se favorece su ingesta
  • Incorporar, a las preparaciones diarias, verduras que habitualmente no se consumen
  • Cuando se sienta hambre, incorporar las frutas y verduras como bocadillos
  • Utilizar frutas o verduras en los aperitivos
  • Agregar verduras a las preparaciones a base de huevo
  • Probar diversas formas de preparación a los fines de hacerlas más atractivas
  • Añadir verduras a los sándwiches