Los síntomas y las consecuencias de la Covid-19 todavía están en estudio y todos los días surgen nuevas preguntas sobre las características y mutaciones del virus. En algunos hospitales de Estados Unidos comenzaron a estar en alerta porque hallaron pacientes con coronavirus que han desarrollado "hipoxia silenciosa", un mal en el que la persona puede desarrollar una neumonía severa sin tener los síntomas comunes de la enfermedad.

Los pacientes con este cuadro no presentan ningún síntoma grave como la falta de respiración, y dentro de los sanatorios hacen actividades casi normales. Sin embargo, los que algunos han llamado de manera inapropiada como “hipóxicos felices” es en realidad una afección cuyo proceso de recuperación es lento, largo y en algunos casos puede tener un desenlace fatal, informó CNN.

La mayoría de estos pacientes han presentando síntomas de coronavirus, lo cuales se les manifiestan entre dos y sietes días antes de ser internados. 

El médico Richard Levitan, que pasó dos semanas como voluntario en un hospital de Nueva York, vio que muchos de los que ingresaban a la sala de emergencia presentaban niveles de oxígeno de hasta el 50%, lo que normalmente hace que la persona actúe de forma incoherente o incluso quede inconsciente.

Sumado a esto, las tomografías de los pulmones de los afectados mostraban que padecían una neumonía severa. Sin embargo, no presentaban fuertes dolores ni dificultad para respirar.

“Sus rayos X se veían horribles, su oxígeno era terrible y, sin embargo, están completamente despiertos, alertas con sus teléfonos celulares, y todos dijeron que habían estado algo enfermos durante días”, contó a CNN.

“Y entonces solo recientemente notaron falta de aliento o fatiga o algo más. Eso es lo que es tan fascinante de esta enfermedad, y también tan terrible”, agregó Levitan.

El médico advierte que a medida que aumentan los niveles de dióxido de carbono, se acumula líquido y los pulmones se vuelven rígidos: el desenlace es una afección respiratoria aguda.

Al parecer, según han podido determinar algunos médicos, mientras los pacientes presentan cuadros de fiebre y otros síntomas del coronavirus, el cuerpo a su vez empieza a luchar contra la falta de oxígeno y la persona, sin darse, acelera su respiración para compensar esa falta.

Al no percatarse de esto, el paciente no busca ayuda médica y pasa parte de la enfermedad en casa. Mientras tanto, su cuerpo se adecua a la falta de oxígeno y cuando le toca ingresar a un hospital, los pulmones ya se encuentran deteriorados y el nivel de oxígeno en el cuerpo es muy bajo.

Además, la falta de oxígeno ya ha comprometido otros órganos como el cerebro, riñones y corazón. El daño, en estos casos, es irreversible. Los médicos creen que este tipo de situaciones pueden explicar por qué algunas personas con coronavirus, que no son grupos de riesgo ni padecen enfermedades crónicas, han muerto de forma repentina sin presentar dificultad respiratoria grave.