Un amplio estudio aporta más evidencia sobre los beneficios del café, incluso para quienes toman más de ocho tazas por día independientemente de si es instantáneo, molido o descafeinado.

La investigación publicada en la revista JAMA Internal Medicine incluyó a casi medio millón de adultos británicos -hombres y mujeres de 38 a 73 años que llenaron cuestionarios sobre consumo diario de café, ejercicio y otros hábitos, y se sometieron a exámenes físicos, incluidos análisis de sangre.  La investigación concluyó que los bebedores de café tienen un riesgo menor de muerte a 10 años que quienes no lo toman. Ese aparente aumento a la longevidad se vio incluso en las personas con fallas genéticas que afectan cómo sus cuerpos metabolizan la cafeína.

“Este gran estudio prospectivo de cohortes de medio millón de personas encontró asociaciones inversas para el consumo de café con la mortalidad, incluso entre los participantes que bebían de una a ocho o más tazas por día”, explicó la autora principal del trabajo Erikka Loftfield, investigadora del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, para quien los hallazgos “proporcionan más evidencia de que el consumo de café puede formar parte de una dieta saludable”, al tiempo que “ofrecen tranquilidad” a quienes lo toman.

El café contiene más de 1.000 compuestos químicos, entre ellos antioxidantes que ayudan a proteger células. Estudios anteriores indican que las sustancias en el café podrían disminuir la inflamación y mejorar la utilización de la insulina, lo que reduciría las posibilidades de desarrollar diabetes. No obstante, todavía no está claro cómo tomar café contribuye a vivir más. “La tarea de explicar un posible beneficio de longevidad continúa”, dijo Loftfield.

Los resultados no demuestran que tu cafetera es una fuente de la eterna juventud ni es motivo para que todos comiencen a tomar café, sostuvo Alice Lichtenstein, experta en nutrición de la Universidad Tufts. Pero agregó que los resultados refuerzan estudios previos y ofrecen confianza adicional a los bebedores de café. "No es difícil creer que algo que disfrutamos tanto, puede ser bueno para nosotros. O por lo menos no malo", dijo.