El director del programa municipal sobre Sida (Promusida), Damián Lavarello, negó que el gobierno nacional vaya a recortar a la mitad el presupuesto para la lucha contra el virus VIH y la asistencia a los pacientes que lo padecen. Y salió al cruce de "noticias falsas y planteos irracionales que ponen a las personas con VIH en estado de angustia y desesperación".

La molestia del funcionario apuntó a un preocupante diagnóstico que trazó una organización civil -Fundación GEP- a partir de un comunicado en el que aseveró que el presupuesto para el área de Sida, enfermedades de transmisión sexual, hepatitis y TBC "será de un 50 por ciento menos en 2019". El organismo lo dijo la semana pasada, luego de que se conociera la renuncia de Sergio Maulen a la Dirección Nacional de esta temática por "no poder sostener las políticas de salud que contempla la Dirección con el recorte".

"Sí habrá recortes operativos en la Dirección como horas extras, viajes, impresiones caras, sí, pero lo que salieron a decir es falso -desmintió Lavarello- estuve en el ministerio (ex ministerio de Salud, ahora devenido en secretaría) con las autoridades y no va a pasar nada de eso", dijo acerca del área que este año contó con un presupuesto de 120 millones de dólares y que debe gestionar la atención y provisión de medicamentos de 50 mil adultos y niños pacientes que dependen del servicio público de salud. De ese universo, en Rosario hay 6.500 pacientes que conviven con VIH, de los cuales 4500 ya tienen diagnóstico.

El problema real, en todo caso, es la devaluación del peso porque la mayoría de los medicamentos que adquiere el Estado son cotizados en dólares. Este año, la Dirección tuvo un presupuesto de 2289 millones de pesos, y para el próximo año, aseguraron que “quieren llevarlo a 2400 millones de pesos”, con un dólar dos veces más caro y una inflación que se estima del 42%. 
Por esa razón, la directora de Fundación GEP, Lorena Di Giano, había advertido: “El achicamiento del Ministerio de Salud no sólo tendrá consecuencias nefastas para todas las personas que acceden a la salud en Argentina, sino que también tendrá consecuencias a nivel regional. La epidemia de VIH-SIDA es una lucha mundial. Si se desarticula el financiamiento en Argentina, todo el mundo sufrirá las consecuencias”.

Consultado Lavarello, dijo: “Es irracional plantear eso, y pone a las personas con VIH en estado de angustia y desesperación”.


Pacientes rosarinos
Los rosarinos diagnosticados se hallan en su mayoría en tratamiento antiretroviral, provisto por el gobierno nacional, por obras sociales o por medicinas prepagas, según la cobertura de la que disponga cada individuo. En este marco, Lavarello aseveró que “no existe hoy en la ciudad problema de acceso al tratamiento para las personas que viven con VIH”.

Los diagnósticos tardíos sí son un problema, “en especial en la población heterosexual de más de 50 años, en la que hay poca percepción de riesgo sobre el tema tanto de VIH e infecciones de transmisión sexual”, remarcó el especialista.

Cuando los diagnósticos son tardíos, a veces ya los pacientes no están infectados sino enfermos de SIDA y el diagnóstico se verifica en ocasiones cuando la persona fallece. "De allí la relevancia de que todos, hombres y mujeres, cualquiera sea su edad, solicite una prueba de VIH en un espacio de salud ya sea público o privado si tuvo relaciones sexuales sin preservativos o si se considera en riesgo por cualquier causa”, remarco el funcionario de Promusida.