Este martes en el Concejo de Rosario expondrá el panel “Por el derecho a decidir” en el que se debatirá acerca del aborto no punible en el marco de los distintos proyectos de ley que se discuten a nivel nacional. La actividad, organizado por la concejala Celeste Lepratti (Frente Social y Popular), tendrá una particularidad: contará con la presencia de Norma Cuevas, mamá de Ana María Acevedo, la joven que murió en 2007 luego de que se le niegue un aborto para poder continuar con su tratamiento contra el cáncer. 

Cuevas junto con la concejala, las profesionales Ana Clara Ferreyra y Susana Armichiardi y la abogada Mabel Gabarra plantearán las necesidades de una nueva legislación. En diálogo con Rosarioplus.com Ferreyra, integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, adelantó algunas cuestiones que se pondrán sobre la mesa. 

"En el caso de Ana María Acevedo se ve claramente al estado como femicida, y es una muestra lamentable de todo lo que está mal", planteó la profesional. 

En noviembre de 2006, con tan solo 20 años de edad. Acevedo recibió el diagnóstico de un sarcoma, uno de los tumores más malignos, y se la derivó al hospital Iturraspe de Santa Fe para iniciar el tratamiento oncológico indicado para esos casos. En la segunda visita al nosocomio, el 5 de diciembre, le indicaron que estaba embarazada. Con menos de tres semanas de gestación solicitó al médico un aborto terapéutico a fin de poder iniciar la  quimioterapia, pero el Comité de Bioética del Iturraspe desestimó el pedido y la obligó a continuar con su embarazo hasta el 26 de abril cuando, con 25 semanas de gestación, le indujeron el parto. Nació una nena de 450 gramos que murió a los dos días. Tres semanas después, el 17 de mayo de 2007,  murió Ana María.

La resonancia del caso activó la voluntad política para hacer operativa una ley que existe desde 1921 y que habilita la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Sin embargo, "es necesario mejorar y profundizar lo que se viene haciendo y creemos que en eso se enmarca una nueva legislación", planteó Ferreyra.

La situación normativa actual "pone a los equipos de salud en el lugar de evaluadores de causales y a la mujer e la merced de con quién se tope a la hora de plantear la necesidad de la interrupción del embarazo". 

Ferreyra se refirió además a quienes no están de acuerdo con la realización de la práctica al expresar que "lo correcto sería que el profesional que se manifiesta como objetor de conciencia acerque a la mujer que manifiesta ese deseo al equipo de referencia de dicha institución, pero no es esto lo que sucede. Generalmente son obstaculizadores, o dilatores en un asunto en el que el tiempo cuenta, por que cuanto mayor sea el tiempo de gestación, mayor será el riesgo que corra la mujer". 

"Son prácticas antiderechos, así es como preferimos llamar a los que se dicen objetores de conciencia pero que en verdad obstaculizan una decisión personal. La conciencia la ejercemos quienes respetamos esa autonomía, no quienes priorizan sus creencias personales al derecho a elegir de la mujer", sentenció la médica, que agregó que "esto marca el vacío legal que pone a los profesionales de salud en el lugar de facilitadores u obstaculizadores". 

Finalmente Ferreyra aseguró que "esta reparación afectiva y siempre pobre a Norma, que según sus palabras no pudo hacer más que ver morir a su hija, es necesaria para resignificar su dolor y que ninguna mujer pase por lo que le tocó a su hija". 

La actividad se realizará a las 10.30 en el Salón Puerto Argentino del Concejo Rosario ubicado en Córdoba 501.