Las autoridades chilenas declararon una alerta sanitaria para detener la distribución de condones fallados, que eran repartidos en el marco de un programa estatal de salud sexual. En total son unas 1.180 unidades las que presentan problemas, de los que más de 800 ya se repartieron en los Centros de Salud Familiar.
 

Los condones se entregaban de forma gratuita en el marco de varios programas de promoción de la salud sexual y prevención del VIH impulsados por el Ministerio de Salud. Según las autoridades, los condones permiten la filtración de lubricante, se rompen al usarlos y tienen un tamaño demasiado pequeño y un envase que se deteriora con facilidad al manipularlo.

La empresa que importa los condones aseguró en su cuenta de Facebook que el producto cuenta con todas las certificaciones correspondientes y subrayó que el hecho que los preservativos se elaboren en China no quiere decir que sean "malos".

¿La hipótesis? Las autoridades chilenas afirmaron que las fallas pueden deberse a las malas condiciones de almacenamiento del producto. Desde el Ministerio de Salud y el Instituto de Salud Publica (ISP) explicaron que en las bodegas donde debían almacenarse los preservativos de la marca Kaiju no los recibieron porque no tenían contrato con la empresa que importó el producto desde China.

El director del ISP, Alex Figueroa, afirmó en una rueda de prensa que se inició una investigación que incluye al Centro de Estudios de Medición y Certificación de Calidad (CESMEC), la empresa que certifica la calidad de los condones.

"Hemos informado de una situación que reviste mucha gravedad. Que indica que el que importó no dijo la verdad, que quien hizo la prueba técnica tampoco verificó cuáles eran las condiciones de almacenamiento y tercero, la bodega que tenía que recibir esos productos declara no tener contrato vigente con esta empresa", dijo Figueroa.

El director del ISP anunció que se realizará un sumario y se sancionará a las empresas u organismos que resulten responsables de las fallas en los preservativos.