Mucho se dice sobre las harinas. Que no son sanas ya que aportan muchos carbohidratos. Que “son veneno” y "muy adictivas”. Pero, ¿qué hay de cierto en toda esta información que circula de boca en boca, como saberes populares?

En diálogo con Rosarioplus.com Silvia del Cerro, nutricionista y jefa del Servicio de Nutrición y Alimentación de Hospital Alberdi, despejó algunas dudas sobre las tan cuestionadas harinas.

Ya de arranque, la experta dejó algo en claro: “Las harinas aportan hidratos de carbono que son fundamentales para el cuerpo. Son, para usar una metáfora, el combustible de nuestro organismo. Otros alimentos también lo tienen pero no en las proporciones que los tienen las harinas". Así que a la pregunta de si las harinas son malas, va la respuesta: "No, las harinas no son malas”.

Pero hizo una aclaración: “Obviamente siempre es mejor elegir aquellas harinas integrales que tienen mayor cantidad de fibras, minerales y vitaminas”.

Entonces, ¿por qué tienen tanta mala prensa? En muchas dietas lo primero que eliminan son las harinas. "Son las dietas disociadas, muy de moda actualmente, que lo hacen es disminuir en mucho los hidratos de carbono", explicó del Cerro. "Pero el problema de estas dietas es que no ofrecen un buen balance y son irreales. Ni bien se abandonan, se recuperan nuevamente los kilos perdidos", remarcó.

Para terminar, la especialista expresó que “una dieta balanceada contempla un 50 por ciento de hidratos de carbono, un 30 por ciento de grasas y un 20 por ciento de proteínas”. Así que, bueno, a no llorar que se puede estar sano y tener un buen cuerpo sin renunciar a las harinas.