La extraordinaria bajante del Paraná que se ha producido en las últimas semanas es de una magnitud tal que no registraba antecedentes similares en los últimos 30 años, y los trabajadores encargados del calado del río trabajan contrarreloj para reactivar la circulación de barcos y con ellos la actividad de exportación.

“Estamos a full. Los compañeros de la concesionaria Hidrovía están trabajando 24 horas porque tenemos que dejar el canal cerca de 40 pies”, indicó Edgardo Arrieta, secretario general de Dragado y Balizamiento.

Sucede que “al seguir bajando el río, siempre son menos pies, y por eso estamos tratando que cada barco salga con al menos 30 pies”.

El fenómeno de la bajante produjo una pérdida de casi tres pies de profundidad en la hidrovía, y según precisiones de la Bolsa de Comercio local, impactó negativamente en la actividad agroexportadora, generando pérdidas en la capacidad de carga de los buques además de pérdidas económicas.

La situación hace que los barcos en el Puerto de Rosario no completen la carga y entonces “muchos van a Bahía Blanca a completarla”, apuntó el dirigente gremial.

Por lo pronto, la vía navegable se encuentra hoy por debajo del 80% del caudal de agua previsto para cumplir con la profundidad de diseño de 34 pies (que equivale a los 10,95 metros).

Desde el gremio portuario manifestaron que “se han respetado los tiempos de cuarentena y los protocolos sanitarios”, y lamentó que “n la zona se ha tenido un contagio en Puerto San Martín”.