El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, sostuvo este miércoles que "Argentina tiene la capacidad para fabricar" la Sputnik V contra el coronavirus. Esta semana Rusia anticipó, apenas un día después de que la revista científica The Lancet avalara sus resultados de alta eficacia y seguridad, que quiere aumentar la producción de esa vacuna contra el coronavirus en el extranjero.

"Argentina tiene la capacidad para fabricar la vacuna rusa. La prueba está en la fabricación en Garín de la vacuna de Oxford-AstraZeneca", afirmó el ministro.

Salvarezza detalló que "ya se produjeron 12 millones de dosis" de la vacuna de Oxford "que fueron enviadas a México para su envasado" y que luego serán distribuidas en América Latina.

"Se cuenta sobradamente con los recursos humanos en cuanto a la calidad científica", insistió el ministro en declaraciones a radio El Destape.

Salvarezza precisó que Argentina "hoy tiene contratos por 60 millones de vacunas" contra la Covid-19 y destacó que el Gobierno "está activo tratando de conseguir más dosis por las demoras de los laboratorios" en entregar las ya comprometidas.

"Financiamos -precisó- dos proyectos de vacuna local, que están en fase preclínica. Ahora, el ministerio está trabajando para conseguir un laboratorio local para asociarse para producirla".

Para el funcionario, el nuevo coronavirus puede convertirse en "un asiduo visitante todos los años", con variantes distintas, por lo que, señaló, "la producción local de la vacuna sería una solución".

Las declaraciones de Salvarezza están en línea con las expresadas ayer por Kirill Dmitriev, director general del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), quien, en conferencia de prensa para medios argentinos, afirmó que "Argentina puede producir la vacuna Sputnik V" contra el coronavirus y agregó que "vamos a prever la producción" en el país al incluir "contratos con algunos productores".

El fármaco producido por el Centro Gamaleya ya fue homologado en 15 países, entre ellos antiguas repúblicas soviéticas, aliados políticos del Kremlin como Venezuela o Irán y países como Argentina y México.

Rusia busca concretar acuerdos de cooperación para que otros países produzcan su vacuna que, por ahora, se fabrica en países como Brasil, India, Corea del Sur y Kazajistán. A la par de ello, inició el procedimiento para homologar la vacuna ante la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).