La infectóloga Sandra Moro, desde el Policlínico Pami II, percibe cierto alivio en la demanda del servicio respecto del pico de a primera ola, en setiembre de 2020. Pero asume que todavía es muy subjetivo hablar de una disminución de casos. Nada para celebrar aún, y sí para valorar el efecto de la vacunación de la población objetivo.

“Desde que se dieron las primeras dosis (febrero 2021) hubo que esperar para empezar a ver cambios, creo que recién ahora estamos empezado a verlos aunque todavía no son muy significativos, falta mucho”, insistió Moro a Rosarioplus.com al basarse en la clínica y su experiencia médica con adultos mayores.  

El domingo pasado, la titular del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI), Luana Volnovich, había dicho que "la campaña de vacunación es un éxito en adultos mayores" y consideró que con el nivel de contagios de coronavirus de esta segunda ola se hubiera "vivido una tragedia" sin la decisión política de priorizar la salud de dicha población. Según la funcionaria "alrededor del 85%" de esta franja etaria en la Argentina está vacunada, pero la cobertura va a rondar el 90%, lo cual "es un éxito rotundo". 

Ahora bien, sí se observó que el pico de casos en esta segunda ola “no fue tan abrupto como en el 2020” ya que en esta etapa "no hubo desborde desesperante" de contagios en mayores de 70. El panorama continúa tenso, al límite, pero sin esos picos de demanda de otrora. Moro lo atribuye en buena parte a la campaña de vacunación vigente.

Hasta hoy en el país se inocularon 16.876.619 personas. De esa cifra sólo el 0.04% falleció a pesar de tener colocada una dosis de vacuna y el 0.03% con las dos dosis. A rajatabla y sin titubear la especialista defendió la inoculación como una de las salidas de la pandemia. Además pidió desterrar las falsas informaciones que confunden a la población y los mitos sobre complicaciones que desalienten a la población.

Si bien es cierto que los adultos mayores que fallecen como consecuencia de esta enfermedad,  generalmente son pacientes que provienen de situaciones muy heterogéneas. Muchos de ellos son casos sociales que llegan a la guardia ya muy enfermos. Otros padecen comorbilidades previas muy importantes, es decir, patologías de base muy serias y complejas.

Por otro lado, Moro admitió además que comparado con el año pasado hubo un respiro. Entre otras situaciones se debieron atender casos de covid de un geriátrico completo. Hoy la situación es diferente, los pacientes provienen desde domicilios particulares. De todas maneras aclaró que es muy subjetivo lo que cuenta: “Es un dato que veo, no una estadística que armamos”.