El personal del Hospital municipal Roque Sáenz Peña se manifestó con “mucho dolor” este martes tras despedir a su compañero Rubén, un enfermero de 55 años que se había reincorporado después de ser inoculado con las dos dosis de Sputnik V y la protección no fue suficiente para su cuadro.

El hombre fue enfermero durante 25 años y en los últimos tres se desempeñó en el Roque Sáenz Peña. Luis Perreta, jefe del área de Enfermería afirmó que estaba de licencia hasta no ser inoculado, y tras las dos dosis volvió a trabajar.

Perreta describió al enfermero como “un gran compañero, muy solidario. Lo conocí en 2001 en el Hospital Carrasco donde trabajamos juntos y ahora coincidíamos en el Roque”.

El director del Roque, el doctor Matías Vidal, precisó que "además de querido y respetado por todo el personal, lo que se siente es impotencia, no entendemos como en este escenario que todo el mundo tiene a alguien contagiado que no la ha pasado bien veamos gente sin distanciamiento y sin tapabocas. No es el momento aunque a todos nos gustaría reunirnos en familia".

Vidal precisó que "la ocupación es al 100 por ciento. Las camas se ocupan cada vez que hay un alta, como está pasando en toda la ciudad. Y cuando estamos más cansados es cuando debemos redoblar la apuesta, y la muerte de Rubén fue un golpe muy duro para los compañeros que se apoyan entre sí".