Los repartidores de servicios de cadetería como Pedidos Ya, Rappi y Glovo se reunieron este miércoles al mediodía en la plaza San Martin, en reclamo de un aumento inmediato de sus comisiones, así como de elementos de higiene que preserven su salud en el trabajo al repartir, ya que -aseguraron- solo les han provisto de un solo barbijo y nada de alcohol en gel, cuando aumentó la demanda de trabajo en el marco de la pandemia.

“Es una lucha internacional en reclamo de 100% de aumento en todas las aplicaciones, por el poco aumento que tuvimos. En Rosario tuvimos $5 de aumento en el último año, cuando la inflación fue tremenda. Somos autónomos y es difícil reclamar porque imponen miedo, amenazan, nos acusan de que nos equivocamos, cuando nosotros nos exponemos en trabajar en la calle”, precisaron algunos de los repartidores.

A través del móvil de radio Sí 98.9 señalaron que "la inflación en dos años fue más de 100% y Glovo, por ejemplo, el único aumento que dio hace poco no llegó ni al 20%, material de seguridad e higiene tampoc nos dieron nada, o solo un barbijo, un guante". 

Los cadetes revelaron que en la distintas empresas las amenazas de despido son moneda corriente. "Nos meten miedo, nadie da respuestas y no tenemos opción de reclamar. Incorporan gente sin límite, y sabemos que todos necesitamos trabajar pero así también las ganancias se ven afectadas", resumió uno de los jóvenes que participó de la protesta.

Los repartidores revelaron que sus empleadores les dieron sólo un barbijo y un par de guantes, a pesar de exponerse de manera constante al contagio: “Hay lugares del país que te dan un alcohol en gel chiquito que es lo básico y les dura un reparto. En Rosario no nos dieron ni uno".

Ya el pasado 21 de marzo los cadetes de Pedidos Ya se habían manifestado en dos zonas de la ciudad, y fueron obligados a dispersarse por la policía provincial, quienes les recordaron que no estaba permitida la concentración de personas por la orden de distancia social emanada del decreto presidencial de cuarentena obligatoria.

“Nos precarizan, les dan mínimos incentivos a los que comienzan a trabajar, que al estar desesperados por trabajar, aceptan todos estos términos indignos”, finalizó uno de los cadetes.